Augusta Ada King, conocida como Ada Lovelace debido a su título de condesa, fue una matemática y escritora británica del siglo XIX. Hija del famoso poeta Lord Byron y de Anne Isabella Milbanke, una mujer apasionada por las matemáticas, creció en un ambiente donde la razón y la lógica primaban sobre la imaginación. Su madre temía que heredara el temperamento artístico e inestable de su padre, por lo que la impulsó a estudiar matemáticas y ciencias desde pequeña.
Sin embargo, Ada siempre tuvo una mente curiosa e imaginativa. De niña, soñaba con volar y llegó a diseñar planos de alas mecánicas inspiradas en el vuelo de los pájaros. Aunque nunca logró su objetivo, su interés por la mecánica y los números la llevó a una fascinación aún mayor: las máquinas.
A los 17 años, conoció al matemático Charles Babbage, quien trabajaba en un invento revolucionario llamado Máquina Analítica, un dispositivo que, en teoría, podía realizar cálculos de manera automática. Ada quedó fascinada con la idea y se convirtió en su colaboradora más importante. En 1843, escribió un conjunto de notas explicando cómo funcionaría la máquina, pero su visión fue más allá: ideó un algoritmo para que la máquina pudiera realizar cálculos por sí misma, convirtiéndose en la primera programadora de la historia. Además, sugirió que, si se programaba correctamente, la máquina no solo haría números, sino que incluso podría componer música o procesar símbolos, algo que siglos después harían las computadoras.
Lamentablemente, la Máquina Analítica nunca llegó a construirse y su trabajo fue ignorado durante mucho tiempo. Ada murió joven, a los 36 años, debido a un cáncer uterino, sin saber que su visión cambiaría el mundo. Años más tarde, sus ideas fueron redescubiertas y hoy es reconocida como una pionera de la informática. En su honor, cada 9 de octubre se celebra el Día de Ada Lovelace, una fecha dedicada a inspirar a más mujeres a seguir carreras en ciencia y tecnología.