Ada Lovelace fue una mujer avanzada para su época. Mujer de ciencia y tecnología, desde el año 2009, cada segundo martes de octubre, se celebra su día internacional, una fecha con la que se pretende conmemorar los logros conseguidos por mujeres en campos como la tecnología, la ciencia, la ingeniería y las matemáticas.
Nacida como Augusta Ada Byron, era hija del famoso y controvertido Lord Byron y Anna Isabella Noel Byron, una aristócrata inglesa quien guardó un profundo rencor al poeta inglés. La vida de Ada Lovelace tiene altibajos marcados por una salud muy débil pero que no le impidieron ser una avanzada a su tiempo, tanto que llegó a imaginarse lo que hoy en día es un ordenador. Aprendamos sobre su vida a continuación. Veamos un resumen de su trayectoria en esta biografía de Ada Lovelace.
Augusta Ada King, condesa de Lovelace, nació como Augusta Ada Byron el 10 de diciembre de 1815. Apenas haber llegado al mundo Ada sus padres, tras varias desavenencias conyugales, escándalos e infidelidades, se separaron. Su madre, Anna Isabella Noel Byron, abandonó el hogar familiar aprovechando que su padre, el famoso poeta George Gordon Lord Byron, dormía, llevándose con ella a la pequeña Ada de tan solo un mes de vida.
Más tarde, la madre solicitó el divorcio a Byron tras haberse enterado de que la hermanastra de su marido, Augusta Leigh, (por quien la pequeña Ada llevaba el nombre) era también su amante. Los escándalos se sucedían en la vida de Lord Byron y, tres meses más tarde de haberle abandonado, Anna Isabella amenazó a su marido con que le diera el divorcio o haría famosas sus aventuras extraconyugales incestuosas y su homosexualidad. Al final, Byron abandonaría Inglaterra y su hija no lo volvería a ver en vida.
La pequeña Ada era una niña enfermiza. A la edad de siete años contrajo una enfermedad que la tuvo encamada durante varios meses. Con catorce años sus piernas se paralizaron durante una temporada a causa de un grave sarampión, lo que hizo que la chica, para aprovechar las horas muertas, se las pasara leyendo y estudiando sin pausa.
Anna Isabella se aseguró de que su hija recibiera una esmerada y estricta educación en la que se incluía música, francés y matemáticas. Rencorosa todavía hacia su exmarido, Anna Isabella quiso que su hija tuviera una formación lo más científica posible, alejada de la vida de escritor de su padre, y para ello contrató a la matemática y astrónoma Mary Somerville. La aversión hacia lo artístico de su madre hizo que Ada viera sus talentos de esta índole como si de una enfermedad se tratara.