Alice Augusta Ball nació el 24 de julio de 1892 en Seattle, Washington, en una familia afroamericana de clase media con un fuerte interés por la educación. Su abuelo, un reconocido fotógrafo y químico, influyó en su fascinación por la ciencia. Desde joven, mostró talento en química, lo que la llevó a estudiar en la Universidad de Washington, donde obtuvo títulos en química y farmacia. Luego, continuó su formación en la Universidad de Hawái, convirtiéndose en la primera mujer y la primera persona afroamericana en obtener un máster en química en esta institución.
Su carrera despegó rápidamente cuando fue contratada como profesora e investigadora en la Universidad de Hawái, siendo la primera mujer en ocupar un puesto docente en el Departamento de Química. Su mayor contribución a la ciencia llegó en este periodo, cuando desarrolló el "Método Ball", un tratamiento innovador para la lepra. En esa época, el aceite de chaulmoogra se usaba para tratar la enfermedad, pero era difícil de administrar debido a su espesa consistencia. Alice Ball logró modificar la estructura química del aceite para hacerlo inyectable y soluble en agua, lo que permitió que el cuerpo lo absorbiera de manera eficaz. Su método se convirtió en el tratamiento estándar para la lepra hasta la aparición de los antibióticos en la década de 1940, aliviando la vida de miles de pacientes en todo el mundo.
Además de su trabajo con la lepra, Ball realizó investigaciones pioneras sobre las propiedades químicas de la planta kava, utilizada en la medicina tradicional. Sin embargo, su prometedora carrera se vio truncada cuando falleció prematuramente el 31 de diciembre de 1916, a los 24 años. Se cree que su muerte estuvo relacionada con la exposición a productos químicos en el laboratorio.
A pesar de su temprana desaparición, su legado ha sido reconocido con numerosos homenajes. Décadas después de su muerte, la Universidad de Hawái instituyó la "Medalla Alice Augusta Ball" en su honor. Además, el 29 de febrero fue declarado el "Día de Alice Ball" en Hawái. Su trabajo y contribuciones en el ámbito de la química y la medicina continúan inspirando a nuevas generaciones de científicas y científicos en todo el mundo.