Annie Jump Cannon (1863-1941) fue una astrónoma estadounidense cuya labor revolucionó la forma en que se clasifican las estrellas, consolidándola como una de las figuras más influyentes de la astronomía moderna. Nacida en Dover, Delaware, en una familia que fomentaba la educación, desarrolló un temprano interés por el cielo nocturno gracias a su madre, quien le enseñó a identificar constelaciones. Estudió física y astronomía en el Wellesley College, destacando por su habilidad matemática y científica, en una época en la que las mujeres tenían acceso limitado al ámbito académico.
Tras graduarse, Cannon sufrió una enfermedad que la dejó casi completamente sorda, pero esto no detuvo su carrera. Continuó su formación en Radcliffe College, afiliado a Harvard, donde trabajó con Edward C. Pickering en el Observatorio de Harvard. Allí formó parte de las “Computadoras de Harvard”, un grupo de mujeres que analizaban datos astronómicos, un rol que les fue asignado debido a los prejuicios de la época que limitaban su participación en investigaciones de campo.
Cannon perfeccionó y popularizó el sistema de clasificación estelar de Harvard, organizando las estrellas en clases espectrales (O, B, A, F, G, K y M) según su temperatura y espectro de luz. Este sistema sigue siendo el estándar en la astronomía moderna. A lo largo de su carrera, catalogó más de 350.000 estrellas, un logro monumental que se reflejó en su contribución al Henry Draper Catalogue. Su habilidad para clasificar estrellas era excepcional: podía identificar hasta tres estrellas por minuto con precisión asombrosa.
A pesar de los prejuicios de género, Cannon recibió numerosos reconocimientos internacionales. Fue la primera mujer en recibir un doctorado honorario de la Universidad de Oxford y la primera oficial de la Sociedad Astronómica Americana. En 1931, ganó la Medalla Henry Draper de la Academia Nacional de Ciencias, un galardón que pocas mujeres habían obtenido.
Además de su legado científico, Cannon trabajó para abrir puertas a las mujeres en la ciencia. Su dedicación y perseverancia la convirtieron en un modelo a seguir, y la Sociedad Astronómica Americana creó el Premio Annie Jump Cannon en su honor, destinado a jóvenes astrónomas destacadas. Annie Jump Cannon falleció en 1941, dejando una huella imborrable tanto en la astronomía como en la lucha por la igualdad de género.