Bárbara McClintock

Centro Educativo:
Colegio Montedeva.

Principales hitos

"Si sabes que vas por buen camino, si tienes este conocimiento interior, nadie podrá desanimarte....digan lo que digan".

Biografía de Bárbara McClintock

Bárbara McClintock nació en Hartford, Connecticut, el 16 de junio de 1902, y cuando era muy pequeña su nombre fue cambiado de Eleanor a Bárbara. Era la tercera hija de Thomas Henry McClintock, un médico del ejército, y Sara Handy McClintock. Desde que era niña, mostró que era muy independiente y tenía una mente curiosa. A los tres años, se fue a vivir con sus tíos en Brooklyn para ayudar a su familia mientras su papá abría su consultorio. Aunque era una niña solitaria, se sentía más cercana a su papá que a su mamá. Desde pequeña, disfrutaba de aprender por sí misma y le gustaban especialmente las matemáticas y la ciencia.

Bárbara terminó la escuela secundaria en Erasmus Hall High School en Brooklyn, donde destacó por su inteligencia y su interés en las ciencias. Desde pequeña, le interesaba mucho la biología y quería seguir estudiando, especialmente en áreas relacionadas con la genética. Sin embargo, su mamá no quería que sus hijas tuvieran educación superior porque pensaba que eso podría afectar sus posibilidades de casarse. Además, la familia tenía problemas de dinero, lo que hacía que la educación universitaria pareciera un sueño difícil de alcanzar.

A pesar de las dificultades, Bárbara logró obtener una beca para estudiar en la Escuela de Agricultura de la Universidad Cornell. Después de terminar la secundaria, trabajó en una oficina mientras también aprendía por su cuenta en la biblioteca pública. Esto le ayudó a seguir adelante con sus estudios y a reforzar su pasión por la investigación científica. En 1919, finalmente ingresó a Cornell, donde inicialmente estudió botánica, pero pronto descubrió su amor por la genética.

Finalmente, gracias a la ayuda de su papá, Bárbara pudo comenzar sus estudios en la Escuela de Agricultura, donde destacó rápidamente en su campo. Se convirtió en una de las principales expertas en citogenética, el estudio de los cromosomas, y con el tiempo realizó descubrimientos revolucionarios sobre los elementos genéticos transponibles, conocidos como genes saltarines. Su historia es un gran ejemplo de cómo la determinación, la pasión por el conocimiento y el apoyo familiar pueden ayudar a superar obstáculos y seguir los sueños.