Caroline Herschel (1750-1848) fue una astrónoma alemana que realizó importantes contribuciones a la astronomía, a pesar de las limitadas oportunidades para las mujeres en la ciencia durante su tiempo. Su vida estuvo marcada por la superación de barreras sociales y familiares, y su trabajo la posicionó como una de las científicas más relevantes del siglo XVIII y XIX.
Caroline nació el 16 de marzo de 1750 en Hannover, Alemania. Era la menor de 12 hijos en una familia de clase baja. Su madre, estricta y exigente, y su padre, un músico, no ofrecían muchas oportunidades educativas a sus hijos. Caroline era una niña frágil, por lo que sufrió de salud delicada en su infancia. Sin embargo, su madre no le permitió tener una educación formal en el ámbito académico y se limitó a tareas domésticas.
En 1772, Caroline se mudó a Inglaterra para vivir con su hermano William Herschel, un músico que se había establecido allí. Este fue un punto de inflexión en su vida, ya que William era un autodidacta apasionado por la astronomía y rápidamente se convirtió en su mentor.
Caroline se dedicó con entusiasmo al trabajo astronómico bajo la dirección de William. Ella ayudaba a su hermano con las observaciones astronómicas y la construcción de telescopios. De hecho, William fue el principal responsable de introducir a Caroline en la astronomía. Juntos, pasaron muchas noches observando el cielo, y Caroline pronto se convirtió en una astrónoma capacitada.
En 1781, William hizo uno de sus descubrimientos más importantes: Urano, el primer planeta descubierto con un telescopio. Aunque la fama de este hallazgo fue principalmente para William, Caroline jugó un papel esencial en el trabajo detrás del telescopio.
Caroline es conocida por sus descubrimientos y contribuciones individuales a la astronomía. A lo largo de su carrera, descubrió ocho cometas, lo que la convirtió en una de las astrónomas más destacadas de su época. Su descubrimiento más notable fue el cometa 35P/Herschel-Rigollet, que lleva su nombre.
Su meticuloso trabajo de observación y catalogación de cometas, estrellas y nebulosas contribuyó al avance de la astronomía, y su registro detallado de datos astronómicos fue de gran valor para la comunidad científica. A pesar de las limitaciones de su época, Caroline recibió numerosos honores en reconocimiento a sus logros. Fue la primera mujer en recibir un salario oficial como astrónoma. En 1828, la Reina Victoria de Inglaterra le otorgó el título de Astrónoma Real Adjunta en la corte. Además, en 1835, fue elegida miembro de la Royal Astronomical Society, convirtiéndose en la primera mujer en recibir esta distinción.
Caroline también escribió un catálogo de estrellas, que se usó ampliamente en la comunidad astronómica durante su tiempo. Su trabajo se destacó por la precisión y la minuciosiSu trabajo se destacó por la precisión y la minuciosidad.
Caroline vivió los últimos años de su vida en Hannover, su ciudad natal, y murió a los 97 años, el 9 de enero de 1848.