Chien-Shiung Wu (1912–1997) fue una física nacida en China y nacionalizada estadounidense, considerada una de las científicas más influyentes del siglo XX. Desde joven destacó por su talento y perseverancia en una época en que pocas mujeres accedían a la educación científica. Estudió en la Universidad de Nanjing y luego emigró a los Estados Unidos, donde obtuvo su doctorado en la Universidad de California, Berkeley.
Durante la Segunda Guerra Mundial, fue reclutada por el gobierno estadounidense para participar en el Proyecto Manhattan, dedicado a la creación de la bomba atómica. Allí trabajó en técnicas avanzadas de separación de isótopos de uranio, contribuyendo decisivamente al éxito del programa.
Su contribución más célebre fue el experimento Wu en 1956, en el que probó que la ley de conservación de la paridad —hasta entonces considerada universal— no se cumplía en ciertas interacciones nucleares lo que revoluciono la física para siempre. Este experimento desmanteló un principio fundamental de la física, alterando para siempre nuestra comprensión del universo tal y como lo conocemos. Aunque los teóricos Lee y Yang recibieron el Premio Nobel por proponer la hipótesis, Wu no fue incluida, pese a haber sido quien la demostró experimentalmente lo que se considera actualmente como una injusticia histórica.
Más allá de sus logros científicos, Wu fue una pionera en la lucha por la igualdad de género en el mundo de la ciencia. Fue la primera mujer en presidir la Sociedad Americana de Física y recibió numerosos premios, entre ellos la Medalla Nacional de Ciencia, el Premio Wolf en Física, y varios doctorados honoris causa (más de diez). Dedicó parte de su vida a inspirar a jóvenes científicas que empezaban sus carreras, denunciando la discriminación de género y animando a las mujeres a seguir carreras científicas.
Chien-Shiung Wu es un símbolo de excelencia, valentía y compromiso con la verdad y las ciencias. Su legado perdura como inspiración para futuras generaciones.