Chien-Shiung Wu nació en Liu Ho, un pequeño pueblo cerca de Shangai. Asistió a la primera escuela para niñas de China, que había fundado y dirigía su padre y, a los nueve años, fue enviada al internado Soochow Girls School, situado en Suzhou. En secundaria se debía elegir entre dos opciones: una escuela académica y una escuela para la formación de profesores; y Wu, sin saber todavía lo que quería hacer, se decantó por la enseñanza. Pero por las noches, en la residencia femenina, se dio cuenta de que sus compañeras tenían libros de texto muy interesantes de física, matemáticas y química y empezó a pedírselos prestados para estudiarlos por su cuenta. Se graduó a los diecisiete años con las calificaciones más altas de su clase.
Durante ese verano de 1930, le comunicaron que había sido admitida en la selecta y minoritaria Universidad de Nanjing. La noticia la aterró. Deseaba estudiar física pero era muy consciente de que no estaba preparada para hacer frente a ese reto, que tenía que seguir estudiando más antes de dar ese paso. Por suerte, su padre no era de la misma opinión y el día después de haber recibido la carta, se plantó en casa con un paquete que contenía tres libros de física, química y matemáticas avanzadas. Le dejó claro que disponía de tiempo de sobra para estudiar antes de tener que asistir a la Universidad de Nanjing. Creía firmemente en la igualdad entre hombres y mujeres y en el potencial de su hija. La jovencita, finalmente le dio la razón y aprendió las tres asignaturas.