Elena García Armada nacida en Valladolid (1971), es una Ingeniera Industrial española, doctorada en Robótica (2002) en la Universidad Politécnica de Madrid y actualmente lidera el grupo del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en el cual ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico del mundo para niños con atrofia muscular espinal, una enfermedad degenerativa que afecta a cerca de 2.000 menores en España. Es pionera en el desarrollo de exoesqueletos para personas con movilidad reducida, especialmente en el ámbito de la rehabilitación y asistencia a personas con parálisis.
En el año 1997, después de su incorporación en el Centro de Automática y Robótica (CAR), comenzó a trabajar en su tesis doctoral en este Centro. Cinco años más tarde ingresó en las escalas científicas del CSIC tras formarse en el ámbito de la investigación científica en centros de prestigio como el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y el Laboratoire d’Automatique de Grenoble (ENSIEG). Los resultados de su investigación se citan en el prestigioso Springer Handbook of Robotics (ed. 2008).
Al principio su carrera consistía en la creación y el desarrollo de robots industriales. Pero en 2009 conoció a Daniela, una niña con tetraplejía tras un accidente. Esto cambió su trabajo totalmente y se enfocó en crear dispositivos para mejorar la movilidad de niños con enfermedades neuromusculares. Porque ya existían exoesqueletos para adultos, pero no había opciones para niños. Algo que motivó a Elena a desarrollar el primer exoesqueleto para niños con tetraplejia: el ATLAS.
El destacado ATLAS 2030 es un avanzado exoesqueleto que se adapta a la forma del cuerpo de niños, para que con sus 8 articulaciones con tecnología elástica logra ponerlos en posición de bipedestación, marcha y adaptarse a la condición muscular del niño.
Esta tecnología, está actualmente presente en España en centros privados y centros públicos, así como en otros países como Italia, México, Francia, Polonia, Italia o Reino Unido también la emplean.