Elizabeth Bugie Gregory

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IES Casas-Viejas

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El mérito de una mente brillante no siempre se refleja en un premio, pero su legado perdura en cada vida que transforma. Elizabeth Bugie Gregory contribuyó a un descubrimiento que salvó millones de vidas, aunque su nombre no apareció en la patente ni en los reconocimientos oficiales.

Biografía de Elizabeth Bugie Gregory

Elizabeth Bugie Gregory fue una microbióloga estadounidense cuyo trabajo fue crucial en el descubrimiento de la estreptomicina, el primer antibiótico eficaz contra la tuberculosis. A pesar de su valiosa contribución, su nombre no recibió el reconocimiento que merecía en la historia de la ciencia.

Nació en 1920 en Estados Unidos y estudió microbiología en la Universidad de Rutgers, donde se convirtió en parte del equipo de investigación liderado por el renombrado científico Selman Waksman. Durante la Segunda Guerra Mundial, la búsqueda de nuevos antibióticos era una prioridad, ya que muchas infecciones bacterianas no podían tratarse con penicilina. Bugie, junto con Waksman y Albert Schatz, trabajó en la identificación de compuestos antimicrobianos producidos por microorganismos del suelo.

En 1943, el equipo descubrió que Streptomyces griseus producía un compuesto capaz de inhibir el crecimiento de bacterias causantes de enfermedades, incluida Mycobacterium tuberculosis. Este compuesto fue denominado estreptomicina y se convirtió en el primer tratamiento efectivo contra la tuberculosis, una enfermedad que en ese momento era una de las principales causas de muerte en el mundo.

A pesar de su papel clave en el desarrollo y prueba de la estreptomicina, Bugie no fue incluida en la patente del antibiótico, que solo llevó los nombres de Waksman y Schatz. Esta exclusión reflejó una tendencia común en la época, en la que muchas mujeres científicas no recibían el crédito adecuado por su trabajo.

Después de obtener su maestría, Bugie dejó la investigación científica al casarse y centrarse en su vida familiar, adoptando el apellido Gregory. Aunque su carrera en la ciencia fue breve, su impacto fue enorme. La estreptomicina ayudó a salvar millones de vidas y abrió la puerta al desarrollo de otros antibióticos contra enfermedades bacterianas resistentes.

Hoy en día, su legado está siendo reconocido gradualmente, y su historia sirve como un recordatorio de la importancia del reconocimiento equitativo en la ciencia. Elizabeth Bugie Gregory falleció en 2001, dejando una huella imborrable en la historia de la medicina.