Gabrielle Émilie Le Tonnelier de Breteuil, conocida como Émilie du Châtelet, nació el 17 de
diciembre de 1706 en París, en el seno de una familia noble. Desde temprana edad, mostró
una inteligencia excepcional y una pasión por el conocimiento. Su padre, reconociendo su
talento, le proporcionó una educación esmerada, permitiéndole estudiar matemáticas, física, lenguas clásicas y modernas, y música. A los diez años, ya había leído a Cicerón y estudiado matemáticas y metafísica; a los doce, dominaba el inglés, italiano y alemán, y traducía textos del latín y el griego de autores como Aristóteles y Virgilio. En 1725, a los 19 años, contrajo matrimonio con el marqués Florent-Claude du Châtelet, con quien tuvo tres hijos. A pesar de las responsabilidades familiares, Émilie no abandonó su pasión por la ciencia. Su hogar se convirtió en un centro de actividad intelectual, donde se rodeó de expertos en física y matemáticas. Durante este período, profundizó en las teorías científicas de su época, convirtiéndose en una de las pocas mujeres capaces de leer y comprender tratados científicos en latín. En 1733, inició una relación tanto intelectual como sentimental con el filósofo Voltaire. Juntos se establecieron en el castillo de Cirey, donde crearon un laboratorio y un espacio de estudio dedicado a la física y la filosofía. Durante esta colaboración, Émilie escribió “Institutions de Physique” (1740), una obra que ofrecía una visión actualizada de la física, integrando y analizando las teorías de Newton y Leibniz. Este tratado le otorgó reconocimiento en la comunidad científica y le valió ser nombrada miembro de la Academia
de las Ciencias de Bolonia en 1746. Su contribución más significativa fue la traducción al francés de los “Principia Mathematica” de Isaac Newton. No se limitó a traducir el texto, sino que añadió comentarios y explicaciones que facilitaron la comprensión de las complejas teorías newtonianas. Este trabajo monumental, que completó poco antes de su muerte en 1749, fue publicado póstumamente en 1759 y sigue siendo la única traducción completa de esta obra en francés, considerada una referencia en el ámbito científico. Émilie du Châtelet falleció el 10 de septiembre de 1749, a los 42 años, debido a complicaciones en el parto de su cuarto hijo. Su legado perdura como un testimonio de su
brillantez y determinación para superar las barreras impuestas a las mujeres en el ámbito
científico de su época.