Emmy nació en una familia de matemáticos: su padre, Max Noether, también era un destacado matemático. Desde pequeña mostró interés por aprender, pero en aquella época, las mujeres tenían muy limitado el acceso a la educación universitaria.
Al principio estudió idiomas y música (como era "esperado" para una mujer), pero su verdadera pasión eran las matemáticas.
Como ya sabemos, la mujer, en la mayoría de los aspectos, hace relativamente 50 años era inferior al hombre en la sociedad. Hoy en día hay desigualdad todavía, pero no hay comparación. De hecho, esta mejora en el sistema se lo debemos a personas como esta científica, que aparte de lo que ha descubierto, ha defendido la reputación de millones de mujeres calladas por miedo a hablar. Fue una pionera que abrió el camino para las mujeres en las matemáticas, enfrentándose a enormes barreras sociales.
¿QUÉ TUVO QUE SUPERAR?
No le permitían enseñar oficialmente por ser mujer.
Durante años trabajó sin sueldo ni reconocimiento.
Tuvo que publicar bajo el nombre de su padre o con iniciales para ser tomada en serio.
Logró ingresar a la Universidad de Erlangen, siendo una de las pocas mujeres que estudiaban allí. En 1907, consiguió su doctorado con una tesis sobre invariantes algebraicos, aunque se le restó importancia en su momento.
En 1915, Emmy Noether fue invitada por los grandes matemáticos David Hilbert y Felix Klein a dar clases en la Universidad de Gotinga. Sus ideas eran brillantes, y sabían que podía aportar muchísimo a la comunidad científica. Pero cuando los directivos de la universidad supieron que era mujer, le prohibieron enseñar bajo su propio nombre.
A pesar de todo, Emmy aceptó dar clases sin salario, y lo hacía bajo el nombre de Hilbert. Muchos de sus estudiantes ni siquiera sabían que ella era la autora de las teorías que les estaban enseñando.