Emmy Noether nació el 23 de marzo de 1882 en Erlangen, Alemania, en una familia judía.
Su padre, Max Noether, era un destacado matemático, y su madre, Ida, también tenía un
interés en la educación. Desde pequeña, Emmy mostró un gran talento para las
matemáticas y se destacó en sus estudios.
A pesar de su habilidad, las oportunidades para las mujeres en la academia eran limitadas
en su época. Noether comenzó sus estudios en la Universidad de Erlangen, donde se
graduó en 1903. Sin embargo, no fue hasta 1907 que pudo obtener su doctorado, ya que
las mujeres no podían inscribirse oficialmente en muchas universidades alemanas. Su tesis
doctoral trató sobre un tema de álgebra y fue supervisada por su padre.
Después de completar su doctorado, Noether enfrentó dificultades para encontrar un puesto
académico debido a su género. A pesar de esto, comenzó a trabajar como asistente no
remunerada y más tarde como profesora privada. En 1915, se unió al grupo de matemáticos
en la Universidad de Göttingen, donde colaboró con figuras prominentes como David Hilbert
y Felix Klein.
Uno de los logros más significativos de Noether fue el desarrollo del teorema de Noether
(1918), que establece una conexión fundamental entre las simetrías físicas y las leyes de
conservación. Este teorema ha tenido un impacto duradero en la física teórica y es esencial
para entender la mecánica clásica y la relatividad.
Durante la Primera Guerra Mundial, Noether continuó su trabajo a pesar de las dificultades
políticas y sociales. En 1922, fue nombrada profesora asociada en Göttingen,
convirtiéndose en una de las primeras mujeres en ocupar un puesto académico significativo.
Sin embargo, con el ascenso del régimen nazi en 1933 y sus políticas antisemitas, Noether
fue despedida de su puesto y se vio obligada a abandonar Alemania.
Noether emigró a los Estados Unidos, donde aceptó una posición en el Bryn Mawr College
en Pensilvania. A pesar de los desafíos que enfrentó como mujer judía en un nuevo país,
continuó produciendo investigaciones influyentes hasta su muerte.
Emmy Noether falleció el 14 de abril de 1935 a los 53 años debido a complicaciones tras
una cirugía. Su legado perdura como una pionera para las mujeres en matemáticas y
ciencias. Su trabajo revolucionó varios campos matemáticos y científicos, sentando las
bases para desarrollos futuros y abriendo caminos para futuras generaciones de mujeres
científicas. A menudo se le recuerda no solo por sus contribuciones matemáticas sino
también por su papel como defensora de la igualdad educativa para mujeres en la ciencia.