Emmy fue una importantísima matemática nacida el 23 de marzo de 1882. Era tal su capacidad para las matemáticas que fue reconocida por David Hilbert y Albert Einstein como la matemática más importante de la historia. A pesar de este reconocimiento Emmy no pudo tener ningún cargo de valor en la universidad por el simple hecho de ser mujer, obviando así su capacidad mental y su talento para las matemáticas.
En 1903 por primera vez se permitió que hubieran mujeres estudiando en las universidades de Baviera. Emmy asistió al Realgymnasium de Nuremberg para obtener el Abitur ( el título que permite el acceso a la universidad). Los primeros meses asistió como oyente a clase, ya que su género femenino impidió su entrada como alumna. Unos años más tarde al fin pudo matricularse en la Universidad de Erlangen. Finalmente, tras mucho esfuerzo, sacrificio y discriminaciones, se convirtió en la segunda mujer que consiguió el doctorado en la universidad de matemáticas alemana. Además de ser la primera mujer en exponer sus investigaciones la Conferencia Anual.
Durante su carrera, Noether enfrentó numerosos desafíos debido a las dificultades sociales de su época, ya que las mujeres no eran aceptadas en la ciencia, pero eso no la freno y su talento fue reconocido y llegó a ser una de las figuras más importantes en matemáticas, trabajando junto a destacados matemáticos como David Hilbert y Felix Klein.
La situación de Noether cambió por completo con la llegada del régimen nazi en 1933. Era judía y fue forzada a abandonar Alemania, huyó a los Estados Unidos, donde comenzó a trabajar en la Universidad de Bryn Mawr en Pensilvania. En los EE. UU., continuó su trabajo y se convirtió en profesora, pero su salud se deterioró rápidamente debido a un tumor ovárico, lo que la llevó a fallecer en 1935, a los 53 años.
La huella que ha dejado Emmy Noether va más allá de sus aportaciones matemáticas, ella desafió las barreras sociales de su tiempo y se convirtió en una pionera y en un ejemplo de rebeldía ante las vejaciones y los desprecios que sufrió durante toda su carrea. Su vida es un testigo de la perseverancia y su legado continúa siendo una inspiración para científicas y matemáticas de todo el mundo.