Emmy Noether nació en 1882 en la ciudad alemana de Erlangen. Allí fue alumna de Paul Gordan (1837-1912), bajo cuya dirección escribió una tesis sobre la teoría formal de los invariantes computacionales de Gordan, que defendió en 1907. Invitada por Hilbert, en 1916 Noether se trasladó a Göttingen, donde vivió hasta 1933, año en que, forzada a abandonar Alemania (Emmy Noether era judía), aceptó un puesto de docente en la universidad para mujeres Bryn Mawr. Allí vivió el último año y medio de su vida, desplazándose constantemente al Instituto de Altos Estudios de Princeton para impartir seminarios y llevar a cabo su labor de investigación.
Emmy era hija del matemático de renombre Max Noether, amigo de Gordan, y las conversaciones sobre matemáticas entre los dos amigos eran un ingrediente fundamental de la atmósfera de la casa en la que creció, donde estudiar matemáticas no era una obligación, sino una actividad libre y considerada como un placer. De niña Emmy bailaba y tocaba el piano, a los dieciocho años obtuvo los certificados oficiales de profesora de inglés y de francés, y cuando ese mismo año se matriculó en la Universidad de Erlangen (una de las dos mujeres entre los mil estudiantes) eligió cursos de historia y lenguas modernas. En 1904, no se sabe por qué, se cambió a matemáticas. Tomó su decisión libremente, de adulta y sabiendo lo que hacía.Emmy Noether (pronunciado en alemán [ˈnøːtʰɐ]; Erlangen, Baviera, Alemania, 23 de marzo de 1882-Bryn Mawr, Pensilvania, Estados Unidos, 14 de abril de 1935) fue una matemática alemana, de ascendencia judía,[1] especialista en la teoría de invariantes [2] y conocida por sus contribuciones de fundamental importancia en los campos de la física teórica y la álgebra abstracta. Considerada por David Hilbert, Albert Einstein y otros personajes como la mujer más importante en la historia de la matemática,[3][4] revolucionó la teoría de anillos, teoría de cuerpos y la de K-álgebras. En física, el teorema de Noether explica la conexión fundamental entre la simetría en física y las leyes de conservación.[5] A pesar de ello, se le negó la posibilidad de un puesto digno en la universidad por el hecho de ser mujer.[6]