Soy Flora de Pablo, nací el 25 de febrero de 1952 y mi vida ha estado marcada por la pasión por la ciencia. Desde joven, me sentí atraída por el mundo de la biología y la investigación. Crecí en un entorno donde ser mujer y científica no era algo común, pero eso no me detuvo. Mi curiosidad por comprender los procesos biológicos y cómo funcionaba la vida me impulsó a estudiar y seguir formándome.
Estudié Biología en la Universidad de Madrid, y más tarde, me especialicé en el campo de la biotecnología. Uno de los mayores logros de mi carrera fue mi participación en el desarrollo de técnicas innovadoras en la manipulación genética de microorganismos. Mi investigación en este campo me permitió contribuir al avance en la producción de sustancias terapéuticas, que tienen aplicaciones en medicina y en la industria farmacéutica.
A lo largo de mi carrera, me he centrado en el uso de la biotecnología para la mejora de la salud y el medio ambiente. Recuerdo con orgullo mi trabajo en el desarrollo de métodos para la limpieza de contaminantes en suelos y aguas, utilizando bacterias modificadas genéticamente para descomponer sustancias tóxicas. Este proyecto, que comenzó como una idea audaz, hoy se utiliza en diversas aplicaciones para la descontaminación de ecosistemas.
Ser mujer en la ciencia nunca fue fácil, pero siempre me esforcé por abrirme camino en un mundo dominado por hombres. Mi legado, espero, es el de haber demostrado que la pasión por el conocimiento y el compromiso con la ciencia pueden transformar el mundo, independientemente del género. Mi vida como científica ha sido un viaje fascinante, y aún que ahora tenga 72 años, yo sé que aún me queda mucho por descubrir.
En conclusión, mi vida ha estado llena de subidas y bajadas, llena de descubrimientos, y en la época en que nací, si llego a ser hombre toda mi vida hubiera sido más fácil, pero nací mujer, aunque eso no me hizo rendirme, sino luchar contra las adversidades.