Florence Nightingale (1820-1910) fue una enfermera, escritora y estadística británica, ampliamente reconocida como la madre de la enfermería moderna. Nació el 12 de mayo de 1820 en Florencia, Italia, en el seno de una familia acomodada británica. Desde temprana edad, mostró una gran inteligencia y vocación por el servicio a los demás, lo que la llevó a desafiar las expectativas de su tiempo al optar por una carrera en la enfermería, una profesión que en el siglo XIX estaba mal vista y era considerada inadecuada para mujeres de su estatus social.
A pesar de la oposición de su familia, Nightingale se formó en enfermería en Alemania y Francia, adquiriendo conocimientos que más tarde revolucionarían la atención médica. Su oportunidad de hacer historia llegó con la Guerra de Crimea (1853-1856), cuando fue enviada con un grupo de enfermeras al hospital militar de Scutari, en el Imperio Otomano. Allí encontró condiciones deplorables: suciedad, falta de higiene, suministros médicos insuficientes y una alarmante tasa de mortalidad entre los soldados heridos.
Con determinación, Nightingale implementó estrictas medidas de limpieza, ventilación y alimentación, lo que redujo significativamente la tasa de mortalidad en el hospital, pasando de un 42% a menos del 2%. Su incansable trabajo nocturno recorriendo las salas con una lámpara en la mano le valió el apodo de "La Dama de la Lámpara", convirtiéndose en un símbolo de compasión y dedicación.
Tras la guerra, Nightingale utilizó sus conocimientos en estadística para analizar los datos médicos y demostrar científicamente cómo las reformas sanitarias salvaban vidas. Fue pionera en la aplicación de gráficos estadísticos para la salud pública, incluyendo el diagrama de la rosa, una innovadora representación visual de datos que facilitó la comprensión del impacto de las condiciones higiénicas en la mortalidad.
En 1860, fundó la Escuela de Entrenamiento de Enfermeras Nightingale en el Hospital St. Thomas de Londres, la primera escuela profesional de enfermería. Este modelo fue adoptado en hospitales de todo el mundo y sentó las bases de la enfermería moderna.
A lo largo de su vida, escribió numerosas obras sobre sanidad y salud pública, incluyendo Notas sobre Enfermería (1859), un texto fundamental para la formación de enfermeras. Sus ideas también influyeron en la reforma de hospitales y en la mejora de la atención médica en el Reino Unido y otras partes del mundo.
Aunque en sus últimos años sufrió problemas de salud y pasó gran parte del tiempo postrada en cama, continuó trabajando y asesorando en temas de salud pública hasta su muerte el 13 de agosto de 1910 en Londres.
El legado de Florence Nightingale es incalculable: su trabajo no solo transformó la enfermería en una profesión respetada y esencial, sino que también impulsó reformas sanitarias que salvaron innumerables vidas. En su honor, el Día Internacional de la Enfermería se celebra cada 12 de mayo, en el aniversario de su nacimiento.