Florence Nightingale (1820-1910) fue una pionera de la enfermería moderna y una de las figuras más influyentes en la ciencia de la salud pública. Nació en una familia acomodada en Italia, pero se formó en Inglaterra, donde decidió dedicarse a la enfermería, una profesión poco respetada en su época. Durante los dos años de la Guerra de Crimea (1854-1856), Florence Nightingale destacó por reducir la alta mortalidad entre los soldados al mejorar las condiciones sanitarias en las que se encontraban y por mejorar las condiciones de higiene en los hospitales militares del lugar.
Nightingale aplicó un enfoque científico a su trabajo, utilizando estadísticas para analizar la mortalidad y demostrar la relación entre las condiciones insalubres en las que se encontraban y las altas tasas de muerte. Fue una de las primeras personas en utilizar gráficos estadísticos, como el famoso diagrama polar, para presentar sus datos de manera clara y persuasiva.
En 1860, fundó la primera escuela de enfermería en el Hospital St Thomas de Londres, estableciendo las bases de la enfermería profesional moderna. A lo largo de su vida, escribió numerosos libros sobre salud y administración hospitalaria, y fue pionera en la aplicación de la ciencia a la gestión de la atención sanitaria.
A pesar de su salud frágil, Nightingale continuó trabajando hasta su retiro en 1904. Fue la primera mujer en recibir la Orden de la Mérito británica y es recordada como la fundadora de la enfermería moderna y una figura clave en la ciencia de la salud pública.