Florence Nightingale (1820-1910) fue una enfermera, estadística y reformadora social británica, considerada la precursora de la enfermería moderna. Nació en Florencia, Italia, en una familia adinerada que esperaba que siguiera una vida convencional. Sin embargo, sintió una fuerte vocación por la enfermería y, desafiando las normas de su tiempo, se formó en esta profesión.
Durante la Guerra de Crimea (1853-1856), lideró un equipo de enfermeras en el Hospital de Scutari, donde mejoró drásticamente las condiciones sanitarias, reduciendo la mortalidad de los soldados del 42% al 2%. Su enfoque basado en la higiene, la ventilación y la nutrición transformó la atención hospitalaria.
Tras la guerra, fundó la Escuela de Enfermería Nightingale en el Hospital St. Thomas de Londres en 1860, estableciendo estándares para la formación profesional de enfermeras. Su libro Notas sobre Enfermería (1859) sigue siendo una referencia fundamental en la disciplina.
Pionera en el uso de estadísticas para mejorar la salud pública, desarrolló diagramas circulares para evidenciar la importancia de la higiene en la reducción de enfermedades. Su trabajo influyó en la reforma de hospitales y el diseño de políticas sanitarias en el Reino Unido y más allá.
A pesar de padecer una enfermedad crónica que la dejó postrada en sus últimos años, continuó asesorando en reformas médicas y sociales. Recibió la Orden del Mérito británica en 1907, convirtiéndose en la primera mujer en obtener esta distinción. Su legado perdura en la enfermería moderna y la salud pública.