Gerty Theresa Radnitz Cori nació el 15 de agosto de 1896 en una familia judía de clase media. Fue educada en una escuela para niñas donde no se le daba importancia a la ciencia y las matemáticas, pero eso no impidió que la niña despertara gran interés por estas materias.
En 1914, con 16 años, entró en la Facultad de Medicina de la Universidad Carolina. Mientras estudiaba allí, conoció a Carl Ferdinand Cori, quien se convirtió en su compañero de vida y de laboratorio. Se casaron justo después de graduarse en 1920 y se mudaron a Viena (Austria).
Debido a la crisis en Europa tras la primera guerra mundial, la vida de Gerty se complicó. Contrajo xeroftalmía, una enfermedad de los ojos provocada por la desnutrición derivada de la escasez de alimento. Esto se juntó con el creciente antisemitismo en el país, que contribuyó a que la pareja abandonara Europa en 1922 y emigrara a EE. UU.
Una vez instalados allí, Carl consiguió trabajo como investigador en el State Institute for the Study of Malignant Diseases. Seis meses después ella se incorporó al centro como asistente de un patólogo.
Carl fue desalentado a trabajar con ella, ya que una mujer iba a empañar la investigación. Sin embargo, esto no le importó y los dos siguieron trabajando codo con codo.
Se especializaron en la investigación del metabolismo de los carbohidratos y juntos publicaron más de 50 informes de las investigaciones que habían realizado. Gerty publicó 11 artículos aparte sobre el tema
En 1929 la pareja creó un estudio junto al fisiólogo Bernardo Houssay, y lo llamaron el ciclo de Cori, ciclo en el que el glucógeno del tejido muscular se convierte en ácido láctico y luego es almacenado como fuente de energía.
Su reputación fue creciendo, pero solo a Carl le ofertaron puestos de trabajo, aunque las investigaciones que habían hecho eran comunes. Rechazó las propuestas porque él quería trabajar junto a Gerty, y todos los centros se negaban a contratarla también.
Entonces, en 1931, a Carl se le ofreció un trabajo como director del Departamento de Farmacologíaben la Universidad de Washington, donde prometieron contratar a Gerty como investigadora asociada. Sin embargo, su sueldo equivalía a la quinta parte del sueldo de su marido, únicamente por la diferencia de género.
El matrimonio tuvo un hijo, Carls Thomas Cori, nacido en 1936, que obtuvo un importante grado en bioquímica y se convirtió en investigador químico.
En 1942, a Gerty le ofrecieron un puesto como profesora a tiempo parcial de investigación en bioquímica y farmacología. Meses antes de ganar el premio nobel en 1947 fue ascendida a profesora titular a tiempo completo.
En el laboratorio y la universidad Gerty ocasionalmente daba conferencias y seminarios, cuyos asistentes decían que ella brillaba hablando de lo que más le interesaba.
Lamentablemente, Gerty descubrió que padecía mieloesclerosis, una enfermedad mortal de la médula ósea. Siguió ejerciendo de profesora hasta el día de su muerte, el 26 de octubre de 1957.