Gladys Rowena Henry Dick

Centro Educativo:
IES Leopoldo Queipo

Principales hitos

“La prevención y el diagnóstico temprano son las herramientas más poderosas contra las enfermedades infecciosas.”

Biografía de Gladys Rowena Henry Dick

Gladys Rowena Henry Dick (1881-1963). Fue una médica y microbióloga estadounidense que jugó un papel clave en la lucha contra la escarlatina. Junto a su esposo, George Frederick Dick, logró aislar la bacteria que la causaba, creó una prueba para detectarla y desarrolló una antitoxina para tratarla. Gracias a su trabajo, la medicina avanzó en el estudio de enfermedades infecciosas en niños.

Gladys nació el 18 de diciembre de 1881 en Pawnee City, Nebraska (EEUU). Desde pequeña, le apasionaban las ciencias. En el año 1900, se graduó en Zoología en la Universidad de Nebraska, pero su verdadero sueño era estudiar Medicina. Al principio, su madre no estaba de acuerdo con esa idea, pero Gladys no se rindió. En 1903, logró entrar a la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins en Baltimore y en 1907 conseguría su título como médica. Más adelante, viajó a Alemania para continuar sus estudios en la Universidad de Berlín, donde empezó a dedicarse a la investigación biomédica. En 1911, se trasladó a Chicago y comenzó a trabajar en el Hospital infantil de la ciudad, donde contrajo la escarlatina. Esta situación la llevó a querer investigar la enfermedad. Cuando se recuperó siguió con sus investigaciones y a finales de 1923, junto a Frederick Dick, lograron aislar el Streptococcus progenies como agente causal de la escarlatina y más tarde desarrollaron la prueba de Dick, una prueba cútanea que determinaba la susceptibilidad de una persona a la enfermedad. Aunque la antitoxina y la vacuna fueron reemplazadas por la penicilina, su trabajo fue ampliamente reconocido.
También participó activamente en la investigación de la polio e ideó una técnica aséptica que proporcionaba la esterilización necesaria y procedimientos asépticos para prevenir la infección cruzada entre bebés.
La científica también trabajó como bacterióloga para el Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos y el Hospital St. Luke.