Hedy Lamarr

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"No quiero que me recuerden solo por mi belleza, sino también por mi intelecto."

Biografía de Hedy Lamarr

Hedy Lamarr, nacida como Hedwig Eva Maria Kiesler el 9 de noviembre de 1914 en Viena, Austria, fue mucho más que una estrella de cine de la Edad de Oro de Hollywood: también fue una inventora brillante cuya visión tecnológica ayudó a sentar las bases de las comunicaciones inalámbricas modernas.
Desde joven, Hedy demostró ser excepcional. Estudió ingeniería en su juventud, aunque su carrera se desvió pronto hacia el cine. Su salto a la fama ocurrió en Europa con la controvertida película Éxtasis (1933), donde protagonizó uno de los primeros desnudos simulados del cine comercial. A raíz de ello, y de su matrimonio con el industrial armamentista Friedrich Mandl —un hombre controlador que intentó borrar su carrera y recluirla—, Hedy vivió años difíciles. Finalmente, logró escapar de ese matrimonio abusivo disfrazándose de sirvienta y huyendo a París, y luego a Londres.
Allí conoció a Louis B. Mayer, el magnate de MGM, quien la llevó a Hollywood y le dio su nuevo nombre artístico: Hedy Lamarr. Rápidamente se convirtió en un ícono del cine, reconocida por su belleza en películas como Argel (1938), Boom Town (1940), White Cargo (1942) y Sansón y Dalila (1949), entre otras. Sin embargo, detrás de la glamorosa imagen de estrella de cine, Hedy escondía una mente científica inquieta y brillante.
Durante la Segunda Guerra Mundial, horrorizada por el avance nazi, Lamarr quiso contribuir de manera significativa al esfuerzo bélico. Junto con el compositor George Antheil, desarrolló un sistema de comunicaciones secretas basado en el "salto de frecuencia", diseñado para evitar la interferencia de los torpedos guiados por radio. Aunque su invento fue patentado en 1942, no fue adoptado de inmediato por el ejército. Décadas más tarde, su principio fue redescubierto y se convirtió en la base tecnológica de sistemas como el Wi-Fi, el Bluetooth y el GPS.
A pesar de la importancia de su invención, Hedy no recibió reconocimiento oficial durante gran parte de su vida. No fue hasta la década de 1990 que comenzó a recibir homenajes por su aporte científico. En 1997, recibió el Premio Pioneer de la Electronic Frontier Foundation, y ese mismo año, la patente fue públicamente reconocida como precursora de las tecnologías inalámbricas modernas.
Lamarr vivió sus últimos años retirada y en relativo anonimato. Falleció el 19 de enero de 2000 en Florida, Estados Unidos. En 2014, fue incorporada póstumamente al Salón de la Fama de los Inventores Nacionales de EE. UU., reivindicando su lugar como pionera en el mundo de la tecnología.
Hedy Lamarr dejó un legado doble: como símbolo de glamour en la gran pantalla y como mente brillante en la ciencia. Su vida es testimonio de cómo la genialidad puede ocultarse detrás de los estereotipos y cómo una mujer, incluso en un mundo que intentó reducirla a su apariencia, puede cambiar el rumbo de la historia tecnológica.