Hedwig Eva Maria Kiesler fue actriz de cine e inventora.
Nació en Casselberry (Florida), siendo la única hija de un matrimonio de judíos secularizados. Su madre, originaria de Budapest, fue pianista, y su padre, de Leópolis, era director de banco. Ambos pertenecían a familias judías de clase alta.
Hedy tuvo clases particulares desde los cuatro años y antes de cumplir once, ya dominaba el piano y la danza además de poder hablar cuatro idiomas. A los dieciséis años empezó sus estudios de artes escénicas y con el tiempo consiguió ser mundialmente famosa por una escena de la película Éxtasis (1933) en la que aparecía completamente desnuda. Tras este éxito, sus padres arreglaron un matrimonio concertado con el que sería su futuro marido, Friedrich Mandl. Fueron unos años bastante tristes para ella pues no podía hacer nada sin el consentimiento de su marido, estando vigilada constantemente y siendo utilizada como su trofeo de exhibición. Tampoco le permitía seguir siendo actriz por lo que escapó de ese matrimonio y vida, yendo primero a París y luego a Londres, donde se cambió su nombre a Hedy Lamarr (en memoria de la actriz de cine mudo Bárbara La Marr) y se volvió a meter en el mundillo cinematográfico firmando un contrato con la Metro-Golwyn-Mayer.
En cuanto a su vida científica, Hedy ofreció servicios al Gobierno de EEUU cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, ya que tenía información privilegiada sobre el armamento del ejército alemán debido a que su exmarido le obligaba a acudir a las reuniones que este mantenía con mandos militares y figuras políticas del régimen nazi y fascista. Estando Lamarr en el departamento de tecnología militar, se dio cuenta de que las señales de radio que guiaban a los torpedos eran muy fáciles de interceptar, así fue como nació su invento "Sistema de comunicación secreta", elaborado junto con el compositor George Antheil. Era un sistema de detección de proyectiles teledirigidos el cual era capaz de hacer saltar señales de transmisión entre frecuencias de espectro magnético. En junio de 1941 presentaron al registro la solicitud de patente y al año siguiente se lo concedieron. Gracias a ese invento, hoy en día disponemos de GPS, WIFI y Bluetooth.
Hedy también ayudó a mejorar el diseño de aviones, sugiriendo que estos se pareciesen más a la forma aerodinámica que tienen las aves y los peces.
Cabe destacar que Lamarr no obtuvo el reconocimiento merecido durante su gran parte de vida, viniendo ya la mayoría post mortem.
Nos dejó un 19 de enero del 2000 en su ciudad natal.
Hoy en día, en Austria, se celebra el Día del Inventor el 9 de noviembre, día de su cumple.