Hedy Lamarr
Hedy Lamarr nació como Hedwig Eva Maria Kierler el 9 de noviembre de 1914 en Viena. Su padre era banquero y su madre pianista, un talento que ella también desarrolló desde niña. En el colegio destacó por su inteligencia ya que era superdotada, aunque tras comenzar sus estudios de ingeniería los abandonó para cumplir su sueño de ser actriz. Y lo consiguió, aunque con un debut más que sonado. La primera película en la que participó fue ‘Éxtasis’, de Gustav Machaty, que se convirtió en todo un escándalo ya que mostraba, por primera vez, el rostro de una mujer durante un orgasmo. Las salas de cine prohibieron su exhibición e incluso el Vaticano la condenó.
Matrimonio forzoso
Los padres de Hedy quedaron horrorizados con la película de su hija. Por eso, cuando el magnate armamentístico Fritz Mandl, mucho mayor que ella, la cortejó y le pidió matrimonio, quedaron encantados. Pero el hombre era un tirano que mantuvo a la actriz encerrada en una jaula de oro. Tremendamente celoso, no permitía siquiera que se duchara si él no estaba presente. Ante el estado de vigilancia constante, Lamarr retomó sus estudios de ingeniería, algo que combinaba con las reuniones de trabajo de su marido a las que tenía que ir forzosamente. Sin embargo, allí se nutrió de grandes conocimientos sobre la última tecnología armamentística nazi ya que su esposo era uno de los principales proveedores de arsenal de Hitler y Mussolini. La situación personal de Hedy Lamarr era insostenible y una noche, aprovechando que su marido estaba de viaje de negocios, huyó por la ventana de los servicios de un restaurante. Un coche la estaba esperando para llevarla hasta Paris. Logró embarcarse hacia Estados Unidos y a bordo del barco firmó su primer contrato con la Metro Golwyn-Mayer. Durante los años 30 protagonizó diversas películas y se quedó a las puertas de ser Escarlata O'hara en ‘Lo que el viento se llevó’.