Hedwig Eva Maria Kiesler, conocida como Hedy Lamarr, nació en Viena, Austria, el 9 de noviembre de 1914 y falleció en Casselberry, Florida (EE. UU.) el 19 de enero del año 2000. Fue una reconocida actriz de cine e inventora austríaca.
Única hija de un matrimonio judío de clase alta, su madre, nacida en Budapest, fue pianista de conciertos, y su padre, originario de Leópolis, era director del banco Creditanstalt. Desde pequeña recibió una educación privilegiada: con tan solo cuatro años comenzó a recibir clases particulares, y antes de cumplir los once ya dominaba el piano, la danza y hablaba cuatro idiomas.
Movida por su gran curiosidad por la tecnología, inició estudios de ingeniería, aunque poco después decidió cambiar de rumbo y se adentró en el mundo de la interpretación. Su fama mundial llegó en 1933 con la película Éxtasis, donde protagonizó una controvertida escena en la que aparecía completamente desnuda, algo inédito en el cine comercial de la época.
A lo largo de su vida, Hedy enfrentó muchas dificultades: fue víctima de acoso desde la adolescencia, sufrió matrimonios forzados, intentos de violación y un entorno marcado por el machismo.
A pesar de sus contribuciones como inventora, no recibió reconocimiento hasta 1997, cuando fue finalmente homenajeada por su invención del sistema de espectro ensanchado por salto de frecuencia, base de tecnologías actuales como el Wi-Fi y la telefonía móvil. Durante la Segunda Guerra Mundial, conocedora de los procedimientos del régimen nazi, intentó colaborar con el National Inventors Council para aportar sus conocimientos en favor de los aliados, pero su propuesta fue rechazada por prejuicios de género y por ser considerada "solo una actriz".
Hoy se reconoce a Hedy Lamarr como una pionera en la ciencia y un símbolo de la unión entre arte e inteligencia.
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