Hedy Lamarr fue una actriz y pionera en tecnología austriaca-estadounidense, famosa tanto por su impresionante belleza como por su talento en el cine, además de su contribución innovadora a la ciencia. Nació el 9 de noviembre de 1914 en Viena, Austria, bajo el nombre de Hedwig Eva María Kiesler. Desde muy joven, mostró un notable interés tanto por las artes como por las ciencias, y aunque se formó principalmente en el mundo del cine, nunca dejó de lado su pasión por la tecnología.
A los 18 años, Hedy comenzó su carrera en el cine europeo, lo que la llevó a adquirir notoriedad en su país natal. Con el tiempo, se trasladó a Estados Unidos, donde, bajo el nombre artístico de Hedy Lamarr, logró convertirse en una de las grandes estrellas de Hollywood de la década de 1940. Fue en esta época cuando consolidó su fama con papeles en películas como *Algiers* (1938) y *Samson and Delilah* (1949), destacándose no solo por su belleza deslumbrante, sino también por su habilidad para cautivar al público con su talento actoral.
Sin embargo, a pesar de su éxito en la pantalla grande, Hedy Lamarr tenía intereses más allá de la actuación. Durante la Segunda Guerra Mundial, mientras Estados Unidos se encontraba en plena contienda, Lamarr, junto con el compositor George Antheil, desarrolló un sistema de "salto de frecuencia" para la transmisión segura de señales, un avance que tenía como objetivo evitar que los enemigos pudieran interferir en las comunicaciones de los torpedos controlados a distancia. Este sistema, patentado en 1942, fue precursor de las tecnologías modernas de comunicaciones inalámbricas, como el Wi-Fi, el Bluetooth y el GPS.
A pesar de la importancia de su invento, la contribución científica de Hedy Lamarr fue ignorada por muchos años, y su trabajo no fue reconocido en su época. Sin embargo, en 1997, Lamarr recibió el Pioneer Award de la Electronic Frontier Foundation, un reconocimiento que subrayaba la importancia de su invención y su visión futurista.
Hedy Lamarr falleció el 19 de enero de 2000 a los 85 años, dejando un legado tanto en el cine como en el campo de la tecnología. A lo largo de su vida, desafió las expectativas de su tiempo y demostró que su genio no solo residía en su belleza, sino también en su capacidad para innovar y hacer avanzar la ciencia. Su vida sigue siendo un ejemplo de la combinación entre arte y ciencia, y su contribución al mundo de la tecnología continúa siendo celebrada hoy en día.
A pesar de que su contribución científica pasó desapercibida por muchos años, en 1997 recibió el Pioneer Award de la Electronic Frontier Foundation, un reconocimiento a su innovador trabajo. Hedy Lamarr falleció el 19 de enero de 2000 a los 85 años, dejando un legado tanto en la industria del entretenimiento como en la tecnología.