Hertha Marks Ayrton fue una ingeniera, matemática, física e inventora británica que dejó una huella imborrable en la ciencia y la lucha por los derechos de las mujeres. Nació el 28 de abril de 1854 en Portsmouth, Inglaterra, en una familia humilde de ascendencia judía. Desde temprana edad mostró una gran aptitud para las matemáticas y la ciencia. Con el apoyo de su tía, pudo asistir a la North London Collegiate School, donde destacó académicamente. Más tarde ingresó a Girton College, Cambridge, para estudiar matemáticas, aunque la universidad no otorgaba títulos a mujeres en ese momento.
A pesar de esta barrera, Ayrton no se detuvo y continuó su formación en ingeniería eléctrica, un campo dominado por hombres. Su investigación se centró en el arco eléctrico, una fuente de luz utilizada en iluminación pública que presentaba problemas de inestabilidad. Sus estudios le permitieron desarrollar métodos para mejorar su rendimiento, lo que la llevó a patentar varios dispositivos innovadores.
En 1904, logró un hito histórico al convertirse en la primera mujer en presentar un artículo ante la Royal Society, titulado El origen y crecimiento de las ondas de arena y ondulaciones del agua. Sin embargo, a pesar de sus contribuciones, no fue aceptada como miembro de la institución debido a su género. Esto no impidió que siguiera publicando y patentando inventos, consolidándose como una de las científicas más influyentes de su época.
Durante la Primera Guerra Mundial, Ayrton diseñó el ventilador Ayrton, un dispositivo portátil que disipaba los gases venenosos en las trincheras, salvando la vida de muchos soldados británicos. Aunque su invento fue ampliamente utilizado, su contribución no recibió el reconocimiento que merecía en su tiempo.
Además de su trabajo científico, Hertha Ayrton fue una ferviente activista por los derechos de las mujeres, apoyando activamente el movimiento sufragista y luchando por la igualdad en la ciencia. Su legado es un testimonio de perseverancia, innovación y compromiso con la justicia.
Falleció el 26 de agosto de 1923, dejando un camino abierto para futuras generaciones de mujeres en la ciencia y la ingeniería.