Hipatia nació en Alejandría en el año 370. Su vida fue un símbolo de la defensa del saber frente la ignorancia. Por eso hoy en día, recordamos a Hipatia como una fuente de conocimiento y educación.
Se dedicó a estudiar las obras más importantes de la Antigüedad, convirtiéndose en una de las últimas representantes de la tradición filosofa. De ahí, conocemos su trabajo. Por ejemplo, su análisis matemático de los movimientos de los planetas a partir de las tablas astronómicas descritas por Ptolomeo.
Su padre, que era un famoso filosofo, se aseguro de que creciera con una buena educación y con un gran respeto por eso, la instruyó en matemáticas y astronomía. Juntos estudiaron astronomía y trabajaron en varias teorías sobre el sistema solar.
Hipatia fue también inventora. Construyó un planisferio celeste y diseñó un hidroscopio; instrumento que sirve para pesar líquidos.
En el siglo III. a.C., se fundó la biblioteca de Alenjadría, siendo la biblioteca más grande del mundo. Tenía hasta diez grandes salas para la investigación. Cada una, dedicada a una disciplina diferente. Este edificio era considerado como un templo sagrado dedicado al saber. Años más tarde, la biblioteca desapareció, convirtiéndose en un hecho que está envuelto en mitos y leyendas. A día de hoy se considera uno de los desastres culturales más importantes de la historia. Miles de libros se perdieron para siempre tras su desaparición.
La científica fue asesinada por sus "enseñanzas paganas" y los celos que provocaba su prestigio. Su asesinato conmocionó a todo el Imperio.