Hipatia fue una destacada filósofa, matemática y astrónoma que vivió en la ciudad de Alejandría durante el siglo IV. Su padre, Teón, le transmitió su pasión por la adquisición de conocimiento, lo que la llevó a convertirse en una de las figuras más influyentes de su época en áreas que tradicionalmente estaban dominadas por hombres.
Aunque muchos aspectos de su vida están envueltos en misterio, los testimonios más relevantes acerca de ella provienen de sus discípulos, especialmente de Sinesio de Cirene, quien la describió como una mujer llena de sabiduría. Sin embargo, las fechas exactas de su nacimiento y muerte no se saben con certeza; algunas fuentes sitúan su nacimiento alrededor del año 370, aunque algunos estudios más recientes lo localizan hacia el 355.
Hipatia impartió clases en diferentes lugares, incluyendo su propia casa, donde se reunían estudiantes y seguidores para participar en discusiones de temas filosóficos y científicos.
A nivel personal, existen muchas leyendas sobre la vida de Hipatia, como su supuesto matrimonio con el filósofo Isidoro o su culto a los dioses helénicos, pero no se han encontrado evidencias que respalden estas historias. Por otro lado, tenía una influencia política considerable, ya que mantenía una buena relación con Orestes, el prefecto de Alejandría.
Sin embargo, cuando Cirilo llegó como obispo de Alejandría en el año 412, comenzó el fin de Hipatia. Cirilo impulsaba una política de intolerancia religiosa y consideró a Hipatia como una amenaza debido a su influencia. Para desprestigiarla, la acusó falsamente diciendo que practicaba magia negra y que había embrujado a Orestes, lo que generó desprecio hacia ella. En marzo de 415, un grupo de cristianos la capturaron mientras regresaba a su casa en carruaje, la desnudaron, la asesinaron brutalmente y luego quemaron sus restos. Aunque se intentó investigar su muerte, los responsables de dicho acto nunca fueron castigados.