Hipatia nació en Alejandría (Egipto), a mediados del siglo IV, en 370. Su padre Teón de Alejandría, era matemático y astrónomo y trabajaba en una biblioteca. De él . aprendió grandes conocimientos sobre las materias pero además le transmitió su pasión por la búsqueda de lo desconocido.
Además de cultivar la mente, su padre insistió en la importancia de cultivar también el cuerpo. Por este motivo Hipatia recibió clases de remo y de hípica. Estos estudios los complementó con una virtud muy valorada durante el Imperio Romano: la oratoria. Él solía exaltar ” el derecho a pensar, porque incluso pensar equivocadamente es mejor que no pensar en absoluto”.
Se convirtió en una gran maestra de Filosofía. Acudían a sus clases ella desde todas las partes del Mediterráneo. Sus alumnos la consideraban la sucesora de Platón. Algunos incluso pensaban que Hipatia había sido elegida por Dios para llevar a cabo la misión de descubrirles los misterios de la filosofía.
En aquella época habían grandes disputas por la religión, la política y la caída del Imperio Romano. Al principio sus clases de Filosofía no se vieron afectadas pero tras varios cambios de poder, se vio fuertemente presionada. Un día de regreso a casa fue asaltada por un grupo de fanáticos y la golpearon y maltrataron hasta su muerte. Algunos se sentían amenazados por su sabiduría y conocimientos científicos y decidieron acabar con su vida.
Su cruel muerte ocasionó un gran revuelo.
Ninguna de sus obras literarias se han conservado, pero se conocen gracias a sus numerosos discípulos.
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