Jeanne Villepreux-Power fue una bióloga marina pionera y autodidacta francesa que dejó una huella imborrable en el campo de la biología marina. Nació el 24 de septiembre de 1794 en Juillac, Francia, y desde joven mostró una gran curiosidad por el mundo natural. Aunque las oportunidades educativas para las mujeres eran limitadas en esa época, Jeanne se educó a sí misma mediante la observación y el estudio de la flora y fauna locales.
En 1818, Jeanne se trasladó a París, donde trabajó como modista. A pesar de su éxito en este oficio, su verdadero interés seguía siendo la ciencia. En París conoció a James Power, un comerciante inglés con quien se casó en 1820. La pareja se mudó a Sicilia, Italia, donde Jeanne pudo dedicarse por completo a su pasión por la biología marina.
En las costas de Sicilia, Jeanne realizó algunos de sus descubrimientos más importantes. En 1832, fue la primera persona en crear acuarios para observar y experimentar con organismos acuáticos. Estos acuarios le permitieron estudiar de cerca el comportamiento y las características de diversas especies marinas, algo que hasta entonces había sido difícil de lograr. Jeanne diseñó acuarios con sistemas para regular la temperatura y la salinidad del agua, proporcionando un entorno más adecuado para los organismos estudiados.
Uno de los organismos más estudiados por Jeanne fue la Pinna nobilis, un molusco marino que produce bisus, una fibra sedosa que utiliza para adherirse a las rocas. Jeanne observó y documentó los hábitos alimenticios, la reproducción y la producción de bisus de la Pinna nobilis, revelando aspectos desconocidos sobre el ciclo de vida de este molusco. Sus investigaciones sobre la Pinna nobilis fueron revolucionarias y ampliaron el conocimiento científico de la época.
Además de la Pinna nobilis, Jeanne también investigó otras especies marinas, como el pulpo vulgaris y diversas estrellas de mar. Sus observaciones y experimentos le permitieron describir con precisión el comportamiento, la alimentación y la reproducción de estas especies. Publicó sus hallazgos en varios artículos y libros, siendo uno de los más conocidos "Observations Et Expériences Physiques Sur La Bulla Lignaria, l'Asterias, l'Octopus Vulgaris: Et La Pinna Nobilis". Esta obra se convirtió en una referencia importante para los científicos marinos y consolidó la reputación de Jeanne como una investigadora destacada.
Jeanne también se interesó por la conservación y protección de los ecosistemas marinos. Fue una defensora temprana de la preservación de las especies y la importancia de mantener el equilibrio en los ambientes naturales. Sus esfuerzos en este ámbito la llevaron a colaborar con otros científicos y a participar en congresos y reuniones internacionales, donde compartía sus conocimientos y abogaba por la protección del medio ambiente.
La vida de Jeanne no estuvo exenta de desafíos. Ser una mujer en el campo de la ciencia durante el siglo XIX presentaba numerosas dificultades, incluyendo el es