Joan Beauchamp Procter fue una zoóloga británica reconocida por sus estudios en herpetología. A pesar de su salud frágil, trabajó en el Museo de Historia Natural de Londres y en la Zoological Society of London, siendo la primera mujer comisaria de reptiles del Zoo de Londres. Realizó importantes contribuciones a la taxonomía, la veterinaria y el diseño de exhibiciones zoológicas.
Desde pequeña mostró un gran interés por los reptiles, criándolos como mascotas y estudiando sus comportamientos con gran detalle. Su talento y pasión por estos animales la llevaron a colaborar con el renombrado herpetólogo George Albert Boulenger, quien reconoció su capacidad y la alentó a seguir una carrera en zoología. A pesar de no haber recibido una educación universitaria formal debido a sus problemas de salud, su conocimiento y habilidades le permitieron ocupar un puesto destacado en el Museo de Historia Natural de Londres, donde se convirtió en una autoridad en reptiles y anfibios.
Más tarde, en el Zoo de Londres, diseñó la icónica Casa de Reptiles, creando un entorno que imitaba los hábitats naturales de los animales, algo innovador en la época. Su experiencia en el manejo de reptiles fue excepcional; se dice que tenía un vínculo especial con los dragones de Komodo, a los cuales podía alimentar directamente de su mano sin mostrar temor. También introdujo mejoras en el bienestar de los reptiles, como el uso de Vita-glass, un tipo de cristal que permitía el paso de los rayos ultravioleta, beneficiando la salud de los animales en cautiverio.
Su trabajo fue ampliamente reconocido, recibiendo un doctorado honorífico de la Universidad de Chicago. Publicó numerosos artículos científicos y describió varias especies nuevas de reptiles y anfibios. Lamentablemente, su vida fue corta, ya que falleció en 1931 a los 34 años debido a un cáncer.
A pesar de su prematura muerte, dejó un impacto duradero en la zoología y el diseño de hábitats para reptiles. En su honor, dos especies de reptiles llevan su nombre, y su legado sigue siendo recordado en el ámbito científico como un ejemplo de dedicación y pasión por el estudio de la vida animal.