Joan Clarke nació el 24 de junio de 1917 en la ciudad de London, Inglaterra. Fue una matemática y criptoanalista británica, conocida principalmente por su trabajo durante la Segunda Guerra Mundial, donde desempeñó un papel crucial en el desciframiento de los códigos de la máquina Enigma, utilizada por el ejército nazi. Su vida y su trabajo, aunque a menudo pasaron desapercibidos en su tiempo, se revelaron como fundamentales para el esfuerzo de guerra aliado.
Clarke creció en una familia acomodada, lo que le permitió recibir una excelente educación. Desde joven, mostró un talento excepcional para las matemáticas, lo que la llevó a estudiar en la Universidad de Cambridge. En 1936, se graduó con un título en matemáticas, destacándose por su aguda mente analítica. Durante sus estudios universitarios, Clarke tuvo que enfrentar las barreras de género, ya que las mujeres no eran muy aceptadas en el campo de las ciencias en ese entonces
Clarke destacó rápidamente por su capacidad de resolución de problemas complejos. Fue asignada al equipo liderado por el famoso matemático y criptógrafo Alan Turing, quien a menudo se considera el padre de la informática moderna. Clarke y Turing trabajaron estrechamente en el desarrollo de técnicas que permitieron descifrar las claves de Enigma, lo que proporcionó a los Aliados información crucial para derrotar a las fuerzas alemanas. Clarke también colaboró en el diseño de un dispositivo mecánico que ayudó a acelerar el proceso de descifrado de códigos.
Las habilidades matemáticas de Clarke fueron descubiertas por primera vez por Gordon Welchman, en una clase de Geometría en Cambridge. Welchman fue uno de los cuatro mejores matemáticos reclutados en 1939 para supervisar las operaciones de decodificación en Bletchley Park. Después de darse cuenta de las habilidades matemáticas de Clarke, la reclutó para que se uniera a él en Bletchley Park y formara parte de la Government Code and Cypher School.
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