June Almeida (1930-2007) fue una viróloga escocesa pionera en la identificación de los coronavirus. Nació el 5 de octubre de 1930 en Glasgow, Escocia, en una familia trabajadora. A pesar de su talento académico, tuvo que abandonar la escuela a los 16 años debido a dificultades económicas y comenzó a trabajar como técnica de laboratorio en histopatología en el Glasgow Royal Infirmary.
Más tarde, emigró a Canadá, donde trabajó en el Ontario Cancer Institute de Toronto. Allí perfeccionó técnicas avanzadas de microscopía electrónica para visualizar virus con mayor precisión. Gracias a su enfoque innovador, logró mejorar la observación de partículas virales, sentando las bases para futuros descubrimientos.
En la década de 1960, Almeida regresó al Reino Unido y se unió al St. Thomas’ Hospital en Londres. En 1966, mientras analizaba muestras virales de pacientes con síntomas respiratorios, identificó un virus desconocido con una estructura distintiva en forma de corona. Este hallazgo fue el primer reconocimiento del coronavirus humano, aunque inicialmente su descubrimiento fue rechazado por algunos científicos. Sin embargo, su trabajo fue posteriormente validado y se convirtió en un hito en la virología.
Además del coronavirus, Almeida contribuyó a la identificación de otros virus, como el de la rubéola y la hepatitis B. Su metodología innovadora ayudó a mejorar los diagnósticos virológicos y sentó las bases para el estudio de enfermedades emergentes. También colaboró con la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el desarrollo de técnicas para la detección de infecciones virales.
A pesar de su gran impacto en la ciencia, Almeida dejó la investigación de forma temprana y se dedicó a la restauración de arte, otra de sus pasiones. Sin embargo, su legado científico fue redescubierto durante la pandemia de COVID-19, cuando se destacó su papel en la identificación de los coronavirus.
June Almeida falleció el 1 de diciembre de 2007, dejando un legado invaluable en el campo de la virología. Su trabajo ha sido fundamental para la comprensión y el estudio de enfermedades virales, consolidándola como una de las científicas más influyentes de su tiempo.