Katherine Johnson

Centro Educativo:
IES MARTÍN RIVERO

Principales hitos

La excelencia no distingue género ni raza.

Biografía de Katherine Johnson

Katherine Johnson nació en White Sulphur Springs, Virginia Occidental, el 26 de agosto de 1918. La Primera Guerra Mundial aún causaba estragos, Woodrow Wilson estaba en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos y la carrera espacial impulsada por la Guerra Fría no empezaría hasta décadas después. Las mujeres no podían votar y la discriminación racial era legal, sistémica y rampante.
De niña, Johnson mostró aptitudes natas para el aprendizaje. A los cuatro años ya sabía deletrear y multiplicar y contaba todo lo que podía cuantificarse. «Las matemáticas siempre me resultaron fáciles. Me encantaban los números y yo les encantaba a ellos. Me seguían a todas partes… así funcionaba mi mente», escribió en su autobiografía de 2019 Reaching for the Moon. «Me gustaba tanto aprender que solo ir al colegio no bastaba». A los diez años, Johnson ya estaba en el instituto. A los 18, se había graduado en Matemáticas por el West Virginia State College.
Pero como mujer, y sobre todo mujer de color, la educación y la vida profesional de Johnson estuvieron plagadas de barreras. El racismo generalizado y las políticas segregacionistas limitaban sus opciones, aunque su talento era ilimitado.

Corría el año 1950 cuando se enteró que la NACA (National Advisory Committee for Aeronautics), predecesora de la NASA (National Aeronautics and Space Administration), buscaba mujeres afroamericanas para tareas de cálculo en el Departamento de Guía y Navegación. Durante la II Guerra Mundial las agencias gubernamentales estadounidenses contrataron a miles de mujeres para realizar diferentes actividades. Después de la guerra, la NACA siguió aplicando dicha política, especialmente cuando la carrera espacial dio su pistoletazo de salida con el lanzamiento del Sputnik 1 por parte de la Unión Soviética años más tarde. Aunque no pudo conseguir el trabajo en 1950 por estar lleno el cupo de contratación, Katherine empezó a trabajar para la NACA en 1953.

Como experta en matemáticas y geometría, su trabajo consistía en realizar todas las operaciones y comprobaciones de cálculo que requerían los ingenieros aeronáuticos. Ese era un trabajo silencioso que las mujeres hacían sin preguntar nada. Pero Katherine no se conformó sólo con hacer el trabajo. Empezó a plantear preguntas como “por qué”, “para qué”, “cómo”, “por qué no” y pidió poder ir a las reuniones de los ingenieros para poder discutir esas cuestiones con ellos. Le contestaron que eso no era común, a lo que ella preguntó si estaba prohibido. La contestación fue que no, y fue así como Katherine Johnson empezó a ir a las reuniones. Con el tiempo fue destacando no sólo por sus conocimientos sino también por sus capacidades de liderazgo. A pesar de las barreras iniciales que pudo sufrir al inicio de su carrera debido a su doble condición de mujer y afroamericana, poco a poco se fue ganando el reconocimiento de sus colegas.