Estas tres mujeres representan una verdadera historia de lucha por el reconocimiento. Mary, Katherine y Dorothy nacidas en 1921, 1918 y 1910 respectivamente fueron tres excelentes matemáticas, físicas, informáticas… Todas ellas con algo en común: eran mujeres afroamericanas trabajadoras de una institución tan importante como lo es la NASA, las cuales intervinieron en proyectos tan importantes como Apolo o Mercurio
Estas mujeres no lo tuvieron nada fácil, vivieron en una época machista y racista, por lo que trabajaron siempre en la sombra y nunca se les dotó de ningún tipo de reconocimiento. Con 40 años comenzaron a trabajar en Langley (uno de los centros más antiguos de la NASA), allí realizaron cálculos matemáticos que resultaron ser clave para el futuro desarrollo de proyectos. Ellas, pudieron formar parte del organismo gracias a una ley que se impuso en la cuál se prohibia la discriminación racial en la contratación de servicios generales vinculados a la Guerra Fría.
Eran verdaderas calculadoras humanas, realizaban ecuaciones y determinaban las diferentes funciones de las aeronaves, todo ello con aparatos que tenían un escaso desarrollo. Aunque en su contratación no hubiera discirminación, dentro del empleo sí que existía, ellas eran llamadas “computadoras del ala oeste”, debido a que en ese lugar se encontraban concentradas todas las mujeres afroamericanas que desempeñaban esta labor, así como la discriminación en baños y cafeterías, diseñados para los jovenes de color.
Dorothy, Mary y Katherine consiguieron una gran cantidad de hitos y logros dentro del mundo de las matemáticas, pero tristemente nunca tuvieron el reconocimiento que merecían. Para hacer justicia, la escritora Margot Lee Shetterly decidió dar voz a estas tres mujeres y reflejar su historia en “Hidden Figures”, una película que recoge testimonios reales de muchas mujeres cuyos conocimientos ayudaron mucho, pero cuyas voces se mantuvieron en la sombra.
Mary Jackon, Katherine Johnson y Dorothy Vaughan son un verdadero ejemplo de inteligencia, fortaleza y superación, pues aún reicibiendo toda la discriminación que tuvieron que soportar, siguieron adelante, convirtiendose así en unas heroínas.