Lynn Margulis, nacida en 1938 en Chicago, EE.UU., revolucionó el campo de la evolución biológica. Desde temprana edad mostró una gran curiosidad por la ciencia, lo que la llevó a ser aceptada en el programa de adelantados de la Universidad de Chicago cuando tenía apenas 16 años. Allí conoció a Carl Sagan, con quien se casó a los 19 años. Mientras realizaba sus estudios, tuvo a su primer hijo en 1959 y al segundo en 1960, al mismo tiempo que completaba un máster en biología celular y genética. Más tarde, realizó su tesis doctoral en la Universidad de Brandeis y obtuvo su doctorado en la Universidad de Berkeley.
Tras finalizar sus estudios, Margulis comenzó a investigar sobre la biología celular, recopilando datos sobre mitocondrias y cloroplastos, así como sus similitudes con las bacterias, que hasta aquel entonces se consideraban simples gérmenes de carácter patógeno. Notó que estos orgánulos compartían características con bacterias, como su ADN independiente y la capacidad de replicarse por sí mismos. A partir de sus investigaciones Margulis propuso una teoría revolucionaria: la Teoría de la Endosimbiosis Seriadas. Según esta hipótesis, las células eucariotas surgieron a partir de antiguas relaciones de simbiosis entre diferentes tipos de bacterias. Es decir, en lugar de competir por recursos, ciertas bacterias se fusionaron y evolucionaron en conjunto para dar origen a organismos más complejos.
Su teoría chocó con la ortodoxia evolucionista de la época, basada en el neodarwinismo y la selección natural como único motor de la evolución. Debido a esto, su trabajo fue rechazado por revistas científicas y universidades, pero Margulis persistió y continuó recopilando evidencia para respaldar su hipótesis.
A finales de la década de 1970, los avances en biología molecular y genética confirmaron y transformaron para siempre la forma en que los científicos entendían la evolución de la vida en la Tierra.
Margulis recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera y se convirtió en una de las biólogas evolutivas más influyentes del siglo XX. Su legado sigue vigente y sus ideas continúan inspirando a nuevas generaciones de científicos en el estudio de la evolución y la biología celular.