Lise Meitner (1878-1968) fue una física teórica austriaca que jugó un papel fundamental en el descubrimiento de la fisión nuclear, un avance científico que transformó la comprensión de la física nuclear y tuvo enormes implicaciones tanto para la energía como para la tecnología militar. Su vida y su obra fueron marcadas por desafíos personales y profesionales, desde el rechazo por ser mujer en un campo dominado por hombres, hasta la discriminación por su origen judío durante la era nazi. A pesar de su contribución crucial al desarrollo de la energía nuclear, Meitner no recibió el reconocimiento adecuado en vida, ya que su colega Otto Hahn fue el único galardonado con el Premio Nobel por este descubrimiento. Sin embargo, su legado perdura como una de las figuras más importantes en la historia de la física moderna.
### Primeros años y educación
Lise Meitner nació el 7 de noviembre de 1878 en Viena, en una familia judía, pero su carrera se desarrolló en un momento en el que las mujeres enfrentaban grandes dificultades para acceder a la educación superior, especialmente en campos científicos como la física. A pesar de esto, Meitner demostró desde joven un notable talento para las ciencias y se matriculó en la Universidad de Viena en 1901, donde estudió física. Fue una de las pocas mujeres de su tiempo que logró ingresar a la universidad en un campo que era considerado exclusivo para hombres.
En la universidad, Meitner fue influenciada por importantes científicos de la época, como el físico Ludwig Boltzmann, quien fue uno de sus mentores. Meitner completó su doctorado en 1906, y su tesis se centró en la teoría del calor. Sin embargo, a pesar de su prometedor inicio, las oportunidades laborales para mujeres en la ciencia eran extremadamente limitadas en ese entonces. De hecho, fue incapaz de encontrar una posición académica permanente en Viena y se trasladó a Berlín en 1907 para continuar su trabajo.
### Carrera en Berlín y colaboración con Otto Hahn
En Berlín, Meitner comenzó a trabajar en el Instituto Kaiser Wilhelm, uno de los centros de investigación más importantes de la época, bajo la dirección de Max von Laue. En 1909, Meitner se unió al equipo de Otto Hahn, un químico alemán que más tarde se convertiría en su colaborador más cercano y en una figura clave en su carrera. A pesar de las barreras de género, Meitner demostró rápidamente su habilidad para la investigación, y pronto se ganó el respeto de sus colegas.
A lo largo de su colaboración con Hahn, Meitner realizó investigaciones cruciales en diversos aspectos de la física nuclear. Uno de sus logros más importantes fue el descubrimiento del protactinio en 1917, un elemento que fue nombrado en su honor como "meitnerio" en 1997, en reconocimiento a sus contribuciones a la ciencia. A lo largo de la década de 1920, Meitner y Hahn continuaron trabajando juntos en la química nuclear, y juntos publicaron varios trabajos científicos de gran importancia.
Sin embargo, a pesar de su éxito, Meitner