Lise Meitner nació el 7 de noviembre de 1878 en Viena, Austria. Desde chica le gustaban mucho las ciencias, y aunque en esa época no era común que las mujeres estudiaran física, ella decidió seguir su pasión. En 1905, logró algo impresionante: se convirtió en una de las primeras mujeres en obtener un doctorado en física en la Universidad de Viena.
Más tarde, se mudó a Berlín, donde trabajó con Max Planck y Otto Hahn, dos científicos muy importantes. Con Hahn formó un gran equipo de investigación, y en 1918 descubrieron juntos un nuevo elemento químico: el protactinio. Durante años estudiaron la radiactividad y los átomos, pero su trabajo más famoso fue en 1938.
Ese año, Meitner tuvo que huir de Alemania porque era judía y los nazis la perseguían. Se refugió en Suecia, pero siguió en contacto con Hahn. Gracias a los experimentos que él hacía en el laboratorio y a los cálculos que ella realizó con su sobrino Otto Frisch, lograron entender un fenómeno increíble: la fisión nuclear. Descubrieron que el núcleo de un átomo podía dividirse en partes más pequeñas y liberar muchísima energía.
Este descubrimiento fue clave para la creación de la energía nuclear y, lamentablemente, también para la fabricación de bombas atómicas. Sin embargo, Meitner siempre estuvo en contra de usarlas con fines bélicos.
Aunque su trabajo fue fundamental, en 1944 el Premio Nobel de Química solo se lo dieron a Otto Hahn, dejando de lado su aporte. A pesar de eso, con el tiempo recibió muchos reconocimientos y premios. En su honor, incluso nombraron un elemento químico: el meitnerio (Mt).
Lise Meitner murió el 27 de octubre de 1968 en Inglaterra, pero tiene mucha importancia en la historia de la ciencia.