Lynn Margulis ,nació el 5 de marzo de 1938. Fue la mayor de las cuatro hijas de Morris Alexander y Leone Wise Alexander. Se crio en el seno de una familia judía, sionista.
A lo largo de su vida se casó dos veces y tuvo cuatro hijos. Se casó el 16 de Junio de 1957 con Carl Sagan con el que tuvo dos hijos. Su hija Dorion Sagan se convertiría en escritora científica y su colaboradora, su hijo Jeremy Sagan es desarrollador de software y fundador de Sagan Technology. Conoció a su segundo marido, Tomas Margulis, en 1967. Con él tuvo dos hijos Jennifer Margulis y Zachary Margulis-Ohnuma, y se divorció en 1980.
Sufrió un derrame cerebral y 5 días después falleció en Amherst, el 22 de noviembre de 2011.
Estudió en la Universidad de Chicago, luego hizo su maestría en Wisconsin y su doctorado en Berkeley, especializándose en biología celular. Trabajó como profesora en la Universidad de Massachusetts Amherst y publicó numerosos libros. Siempre defendió que la cooperación es clave en la evolución, tanto como la competencia.”
Hizo grandes aportaciones a la ciencia, como la teoría Endosimbiótica. Fue una de las principales defensoras de la biología de la simbiosis, que estudia cómo los organismos diferentes pueden vivir en asociación para su beneficio mutuo.
En 1983, fue elegida miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, un reconocimiento que consolidó su posición como una científica influyente en su campo. Años después, en 1999, recibió la Medalla Nacional de la Ciencia, otorgada por el presidente Bill Clinton, un momento muy especial que destacó sus aportaciones al entendimiento del origen celular y la evolución. En 2008, tuvo el honor de recibir la Medalla Darwin-Wallace, concedida por la Sociedad Linneana de Londres, un premio reservado para quienes han realizado contribuciones
significativas al evolucionismo. Además, ha sido reconocida como Doctora Honoris Causa por varias universidades internacionales, incluidas instituciones españolas como las universidades de Valencia, Vigo y las Autónomas de Madrid y Barcelona.
Apoyó y defendió la clasificación de los seres vivos en cinco reinos propuesta por Robert Whittaker en 1969. Reino Monera, Reino Protista, Reino Fungí, Reino Plantas y Reino Animalia.
Ella siempre creyó que la evolución no solo se trata de competencia, sino también de cooperación. Vio que muchos avances importantes en la evolución, como la aparición de las células eucariotas, no se deben solo a pequeñas mutaciones, sino a una alianza simbiótica entre organismos diferentes Esa cooperación fue clave para la creación de nuevas formas de vida.
Así que, para ella, la evolución es mucho más que selección natural: es un proceso donde la simbiosis entre organismos es fundamental para crear la diversidad biológica que vemos hoy.