María Antonia Blasco Marhuenda, conocida como María Blasco, nació en julio de 1965 en Verdegas, un pequeño pueblo de Alicante, España. Desde pequeña, María mostró una gran curiosidad por cómo funciona el cuerpo humano y decidió estudiar Ciencias Biológicas, lo que le permitió aprender mucho sobre la vida, las células y los organismos.
En 1988, María se licenció en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, y un año después, en 1989, continuó su formación en la Universidad Autónoma de Madrid, donde terminó sus estudios en esta misma carrera. María quería saber más sobre el cuerpo humano, así que decidió seguir investigando y en 1993 se doctoró en Bioquímica y Biología Molecular en el Centro de Biología Molecular de Madrid.
Pero lo más emocionante de su carrera ocurrió cuando, en el mismo año que terminó su doctorado, María Blasco se trasladó a Nueva York para trabajar con una de las científicas más importantes del mundo: Carol W. Greider, quien ganó el Premio Nobel de Medicina en 2009. María trabajó en su laboratorio en el Cold Spring Harbor Laboratory, un centro de investigación muy famoso en Estados Unidos, donde pudo aprender y descubrir más sobre el cuerpo humano y cómo nuestras células se mantienen saludables.
A lo largo de su carrera, María Blasco se ha especializado en la investigación biomolecular, que es un campo que estudia las moléculas que forman nuestras células y cómo éstas funcionan. Su investigación se ha centrado especialmente en los telómeros, que son las partes finales de los cromosomas en nuestras células y que juegan un papel muy importante en el envejecimiento. Gracias a su trabajo, hemos aprendido mucho sobre cómo las células envejecen y cómo podemos mejorar nuestra salud.
María Blasco es un gran ejemplo de cómo, con esfuerzo, dedicación y mucha curiosidad, se pueden hacer descubrimientos muy importantes para mejorar la vida de las personas. Su trabajo ha sido fundamental para entender cómo funciona el cuerpo humano y cómo podemos cuidar mejor nuestra salud a lo largo del tiempo.