María Blasco Marhuenda, nacida en 1965 en Alicante, es una de las científicas más influyentes en el estudio del envejecimiento y el cáncer. Desde muy joven, sintió curiosidad por los misterios de la vida y la biología, lo que la llevó a estudiar Ciencias Biológicas en la Universidad de Valencia. Su pasión por la investigación la impulsó a doctorarse en 1993 bajo la dirección de Margarita Salas, una de las grandes científicas españolas.
Tras su doctorado, María se trasladó a EE.UU. para trabajar con Carol Greider, quien más tarde ganaría el Premio Nobel por sus estudios sobre la telomerasa. Fue en ese entorno donde María profundizó en el papel de los telómeros, las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas y que están directamente relacionadas con el envejecimiento y el cáncer.
En 1997, decidió volver a España y crear su propio grupo de investigación. Con los años, su talento y liderazgo la llevaron a dirigir el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), uno de los institutos más prestigiosos del mundo en la lucha contra el cáncer. Su trabajo ha sido clave para entender cómo nuestras células envejecen y cómo podríamos ralentizar este proceso.
Ha publicado más de 200 artículos en las revistas científicas más prestigiosas del mundo, como Nature, Science o Cell, entre otras, y es referente mundial en el estudio de telómeros y en la enzima que los controla.
La científica tiene una fuerte compromiso con la divulgación científica y ha participado con numerosos medios de comunicación. Además, es socia de AMIT (Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas), en la que ha manifestado reiteradamente su preocupación por la situación de las mujeres en el ámbito científico, donde sigue habiendo desigualdad de género, sobre todo en los puestos de toma de decisiones.
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