Maria nació el 28 de junio de 1906, en Kattowitz, Alemania, y fue la única hija de Friedrich Goeppert y Maria Née Wolff. Cuando cumplió cuatro años, la familia se trasladó a Göttingen, donde su padre se convirtió en catedrático de Pediatría. Él la apoyó para que estudiara. Se sintió atraída por las matemáticas muy pronto y planeó prepararse para ir a la universidad, pero en Göttingen no había ninguna institución pública que educase a las niñas. En 1921 se vio obligada a ingresar en una escuela privada que preparaba para el examen de ingreso a la universidad. Por desgracia, la escuela cerró sus puertas antes de que Maria pudiese completar el programa de tres años. Aun así, decidió examinarse de forma inmediata y fue admitida como estudiante de matemáticas en la primavera de 1924. Ese mismo año paso a estudiar física inspirada por Max Born. Su padre falleció mientras Maria cursaba el doctorado. Al terminar su tesis, se casó con Joseph Mayer y más adelante tuvieron dos hijos: Maria Ann , ahora Maria Mayer Wentzel, y Peter Conrad. La pareja se mudó a Estados Unidos, donde su marido había obtenido una plaza de profesor asociado en la Universidad Johns Hopkins. Las reglas contra el nepotismo reinante imposibilitaron que Maria formase parte de la plantilla. No obstante, los miembros del Departamento de Física lograron proporcionarle un puesto de profesor agregado, que pese a ser modesto, le facilitó un lugar dónde trabajar en el edificio de Física En 1960, a María Goeppert-Mayer se le ofreció un puesto a jornada completa como catedrática de Física de la Universidad de California, en San Diego. En 1963 ganó el premio Nobel gracias a su modelo matemático de capas nucleares que permitió explicar la estabilidad de varios núcleos atómicos, llamados «mágicos». Murió el 20 de febrero de 1972 a causa de un infarto.