María Margarethe Winckelmann-Kirch nació el 25 de febrero de 1670 en Panitzsch Berlín, en el estado alemán de Sajonia. Su padre era un ministro luterano y gracias a su actitud María pudo ser educada en las artes y las letras.
María winckelmann mostró un interés temprano por la astronomía, por lo que se convirtió en estudiante, aprendiz y ayudante de Christopher Arnold, un astrónomo autodidacta.
A través de él, María conoció a uno de los astrónomos más famoso del país, Gottfried Kirch. A pesar de que Kirch era 30 años mayor, ambos contrajeron matrimonio en 1692. De esta manera María dejó el observatorio de Arnold para continuar su formación con su marido. Después de eso María trajo al mundo a un niño y tres niñas y todas terminaron dedicándose a la ciencia. María y Gottfried se embarcaron conjuntamente en el estudio de la astronomía y la observación del firmamento y en el año 1700 se trasladaron a Berlín. Allí Gottfried fue nombrado astrónomo oficial de la academia de las ciencias, lo que permitió a María trabajar aunque fuera de manera no oficial pero si reconocida como su ayudante.
Al morir su marido en 1710 le volvió a ser denegado su puesto en el observatorio del gran Krosigk hasta que esté también falleció.
María tuvo a su lado a sus hijos, quienes aprendieron de ella los fundamentos de la astronomía. Hasta que falleció el 29 de diciembre de 1720 sin haber conseguido un reconocimiento oficial a su carrera y a su importante descubrimiento.
A día de hoy todos piensan que María debería de haber tenido algún reconocimiento oficial pero en esa época cuando falleció no tuvo ninguno por lo tanto murió sin conocerse su importante descubrimiento.