Marie Curie (1867-1934) fue una de las científicas más brillantes de la historia y una pionera en el estudio de la radiactividad. Nació en Varsovia, Polonia, en una época en la que las mujeres tenían pocas oportunidades en la ciencia. A pesar de las barreras, se trasladó a París para estudiar en la Sorbona, donde se graduó en Física y Matemáticas.
Junto con su esposo, Pierre Curie, hizo historia en 1898 al descubrir dos nuevos elementos radiactivos: el polonio (en honor a su país natal) y el radio. Fue la primera persona en acuñar el término "radiactividad" y en desarrollar métodos para medirla. Su trabajo revolucionó la física y la química, abriendo las puertas a nuevas áreas de investigación.
En 1903, se convirtió en la primera mujer en recibir un Premio Nobel, compartiéndolo con Pierre Curie y Henri Becquerel por sus estudios sobre la radiactividad. Tras la trágica muerte de Pierre en 1906, asumió su cátedra en la Sorbona, siendo la primera mujer profesora en la universidad. En 1911, ganó su segundo Nobel, esta vez en Química, por el aislamiento del radio puro. Hasta la fecha, es la única persona en la historia en recibir dos premios Nobel en disciplinas científicas distintas.
Además de sus investigaciones, Marie Curie fue clave en la aplicación médica de la radiactividad. Durante la Primera Guerra Mundial, desarrolló unidades móviles de rayos X, conocidas como "Pequeñas Curie", que salvaron miles de vidas en el frente. También fundó el Instituto del Radio en París, que se convirtió en un centro de referencia para la investigación en física y medicina.
Su exposición prolongada a la radiación tuvo consecuencias fatales: murió en 1934 por anemia aplásica, causada por años de trabajo con materiales radiactivos sin protección. A pesar de ello, su legado sigue vivo. Su hija, Irène Joliot-Curie, continuó con sus investigaciones y también recibió un Nobel.
Marie Curie no solo cambió la ciencia, sino que también rompió barreras para las mujeres en un mundo dominado por hombres. Su perseverancia y genialidad dejaron una huella imborrable en la historia de la humanidad.