MARÍA SIBYLLA MERIEN

Centro Educativo:
CEIP MORALES DEL VINO

Principales hitos

Una vez que comienzas a observar la naturaleza, se revelará un mundo nuevo ante tus ojos. No importa cuantas veces contemple a esos insignificantes animalitos tan poco valorados, siempre experimento la extraña grandeza divina.

Biografía de MARÍA SIBYLLA MERIEN

Me llamo María Sibylla Merian y nací el 2 de abril de 1647 en Frankfurt, Alemania. Desde pequeña, mi fascinación por la naturaleza fue evidente. Mi padre, el famoso grabador Matthäus Merian, falleció cuando yo tenía solo tres años, pero mi madre se casó nuevamente con Jacob Marrel, un pintor de flores que me enseñó el arte del dibujo y la pintura.
Crecí rodeada de pinceles y colores, y desde temprana edad empecé a observar insectos con detenimiento. A los 13 años ya había criado gusanos de seda y dibujado sus transformaciones, lo que marcó el inicio de mi pasión por la entomología y la ilustración científica.
A los 18 años me casé con Johann Andreas Graff y me mudé a Núremberg. Allí continué mi trabajo como artista y maestra de pintura, mientras criaba a mis dos hijas. Publiqué mis primeros libros sobre flores, pero mi verdadero interés eran los insectos. En aquella época, la gente creía que los insectos nacían por generación espontánea, pero mis observaciones demostraban lo contrario: los insectos pasaban por un proceso de metamorfosis.
Después de 20 años de matrimonio, decidí separarme. En 1699, con 52 años, viajé a Surinam, en América del Sur, para estudiar la fauna y la flora tropical. Fue un viaje peligroso y sin precedentes para una mujer de mi época, pero allí descubrí mariposas exóticas, plantas desconocidas y la estrecha relación entre los insectos y su entorno.
Tras dos años en Surinam, regresé a Ámsterdam y publiqué mi obra maestra: "Metamorfosis de los insectos de Surinam". Mis ilustraciones y estudios revolucionaron la entomología y ayudaron a comprender mejor la metamorfosis de los insectos.
Mi salud se debilitó en mis últimos años, pero seguí trabajando hasta mi muerte el 13 de enero de 1717. Hoy, me recuerdan como una pionera de la ilustración científica y la entomología, una mujer que desafió las normas de su tiempo para seguir su pasión por la naturaleza.