Nació el 25 de febrero de 1670 en Panitzsch, cerca de Leipzig, en Alemania.
María Winkelmann Kirch fue una astrónoma alemana del siglo XVII. A los 23 años se casó con Gottfried Kirch, un astrónomo reconocido, con quien compartió su pasión por el estudio de los cielos. Juntos trabajaron en el observatorio de Berlín, donde realizó observaciones astronómicas y se encargó de registrar y analizar las posiciones de las estrellas. Fue una de las primeras mujeres en descubrir un cometa, pero como en esa época no dejaban que las mujeres fueran científicas, se le dio el crédito del trabajo a su esposo en vez de a ella.
Aunque no ganó premios ni trofeos, su trabajo fue muy importante para la astronomía. A pesar de las dificultades, su trabajo influyó en el desarrollo de la astronomía, contribuyendo al conocimiento del movimiento de los planetas y al calendario lunar. Fue de las primeras mujeres en trabajar en un observatorio y ayudó a estudiar cosas del espacio como las auroras boreales y la posición de los planetas. Gracias a ella, más mujeres pudieron interesarse por la ciencia. Tras la muerte de su esposo, continuó sus investigaciones en solitario, pero, lamentablemente, se le negó un puesto oficial en el observatorio debido a su género
Publicó trabajos importantes sobre las auroras boreales, la conjunción del Sol con Saturno y Venus, y la predicción del nuevo cometa en 1711. Fue la primera persona en poder descubrir un cometa.
A pesar de su talento, sus logros fueron a menudo infravalorados por su género, y enfrentó dificultades para ser reconocida en la comunidad científica.