Marithania Silvero Casanova es hoy una verdadera experta en Matemáticas que ha resuelto un problema que llevaba 30 años abierto. Pero, antes de sus logros actuales, comenzaremos hablando de su infancia: nació en Huelva, en 1989, por lo que con solo 36 años goza de una vida llena de trabajo, esfuerzo y grandes resultados. Estudió las etapas de Infantil y Primaria en un pueblo cercano a la ciudad de Huelva, San Bartolomé de la Torre. Las etapas de ESO y Bachillerato las cursó en el colegio Colón, en Huelva.
En 2011, se licencia en Matemáticas por la Universidad de Sevilla, y en 2012 se licencia en Ciencias y Técnicas Estadísticas.
Realiza estancias en distintas universidades estadounidenses: Universidad George Washington, Universidad de Illinois y Universidad de Indiana.
En 2016 obtiene el doctorado con la mención de Premio Extraordinario.
Después trabaja como investigadora en la Academia Polaca de las Ciencias, en la Universidad de Barcelona, en la Universidad del País Vasco y en la Universidad de Huelva.
Actualmente desempeña su trabajo en la Universidad de Sevilla. En alguna de sus entrevistas cuenta que el trabajo de una científica en la Universidad tiene una parte dedicada a la investigación, otra dedicada a la docencia y otra a formación de otros investigadores. En la parte de investigación es muy importante la colaboración con otros colegas, el trabajo en equipo. Es muy duro pero cuando por fin encuentras la respuesta , te llena de satisfacción. También es muy importante, desde su punto de vista la divulgación y dar a conocer la Ciencia al público en general, tarea a la que dedica parte de su tiempo, dando charlas y colaborando en el IMUS, Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla.
Entre sus aficiones está la gimnasia rítmica y el ballet, le encanta viajar, estar con sus amigos y pasear por la playa.
En 2019 recibió el Premio Vicent Caselles por haber resuelto la conjetura de Kauffman, planteada por él mismo en 1983. Kauffman expuso que dos familias de nudos —la familia de nudos alternativos y la de nudos alternantes— eran en realidad la misma. Sin embargo, Marithania demostró que existe al menos un nudo que pertenece a una familia, pero no a la otra, lo que refuta la conjetura. Una idea de nudo matemático puede obtenerse si hacemos un nudo con una cuerda y pegamos sus extremos. Decimos que dos nudos son iguales si podemos transformar uno en el otro deformando la cuerda, pero sin romperla. La teoría de nudos ha mostrado tener aplicaciones en otras disciplinas, desde la biología molecular —para entender la estructura tridimensional de las proteínas— a los nuevos materiales —para describir las curiosas propiedades de los llamados materiales topológicos.
Ha sido también galardonada con el Premio Jóvenes Investigadores de la Academia de Ciencias, Artes y Letras de Huelva (2020), y con el Premio Jóvenes Investigadores de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Una verdadera inspiración para nosotras.