Mary Jackson: la ingeniera que rompió barreras en la NASA
Mary Jackson fue una matemática e ingeniera aeroespacial estadounidense que luchó contra la discriminación racial y de género para abrirse paso en el mundo de la ciencia. Nació en 1921 en Hampton, Virginia, una ciudad del sur de Estados Unidos donde en aquella época todavía existía la segregación entre blancos y negros.
Desde pequeña, Mary fue una estudiante brillante, sobre todo en matemáticas y ciencias. Estudió en una universidad para afroamericanos y comenzó su carrera como profesora y trabajadora social. En 1951, empezó a trabajar en la NASA (que en ese entonces se llamaba NACA) como "computadora humana", haciendo cálculos matemáticos a mano para proyectos de aviación.
Pronto destacó por su talento y fue invitada a trabajar con un equipo de ingenieros. Pero para poder convertirse en ingeniera oficial, necesitaba hacer cursos en una escuela solo para blancos. En vez de rendirse, Mary pidió permiso para asistir, lo consiguió y en 1958 se convirtió en la primera ingeniera afroamericana de la NASA.
Durante su carrera, ayudó a diseñar y mejorar aviones y cohetes, contribuyendo a la seguridad y eficiencia de las misiones espaciales. Pero Mary no solo quería avanzar ella, también quería que otras mujeres y personas negras tuvieran oportunidades. Por eso, en los años 70 decidió dejar su puesto técnico para dedicarse a la gestión de programas que apoyaran la carrera de mujeres y minorías en la NASA.
Fue una mujer valiente, decidida y muy inteligente, que abrió caminos donde antes no los había. Murió en 2005, pero su historia se hizo mundialmente conocida gracias al libro y la película "Figuras ocultas", donde aparece como una de las heroínas olvidadas de la ciencia.
Gracias a mujeres como Mary Jackson, hoy muchas niñas y jóvenes pueden soñar con trabajar en ciencia, tecnología e ingeniería. Porque como ella demostró: los sueños no tienen color ni género.