Mary Lowe Good (1931-2019) fue una destacada química, ingeniera y líder en políticas científica de Estados Unidos que dejó una huella importante en la industria y el gobierno. Nació el 20 de junio de 1931 en Grapevine, Arkansas, y desde joven mostró un gran interés por la ciencia.
Obtuvo su licenciatura y doctorado en química en la Universidad de Arkansas, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en sobresalir en este campo. Su carrera se caracterizó por la innovación en química inorgánica y su liderazgo en el desarrollo tecnológico y la educación en STEM. Fue profesora e investigadora en diversas universidades, donde realizó importantes contribuciones a la química inorgánica.
También trabajó en la industria privada, siendo una de las pocas mujeres que alcanzó ocupar altos cargos en empresas tecnológicas y en la administración pública. Good realizó contribuciones significativas en la química de los metales de transición y en la catalización, lo que tuvo un impacto notable en la industria química y de materiales. Se desempeñó como subsecretaria de Tecnología del Departamento de Comercio de EE.UU. (1993-1997) durante la presidencia de Bill Clinton, donde promovió la investigación y el desarrollo industrial. Asimismo, Good se destacó por su compromiso con la educación y la equidad en la ciencia, abriendo caminos para futuras generaciones de mujeres en STEM. Good falleció el 20 de noviembre de 2019, dejando un legado duradero en la política científica, la industria y la química aplicada.
Destacó en el ámbito de la química inorgánica, especialmente en el estudio de los metales de transición y su uso en la catálisis. Sus investigaciones contribuyeron a mejorar procesos industriales fundamentales, como la producción de materiales avanzados y la optimización de reacciones químicas en la industria petroquímica y de materiales. Además, su trabajo fue más allá de la ciencia en sí, impactando también en la política tecnológica y fomentando la innovación industrial.Como subsecretaria de Tecnología en el Departamento de Comercio de EE.UU., promovió iniciativas para fortalecer la competitividad científica del país, fomentando la conexión entre la investigación y el sector productivo.